Álvaro Bautista ha hecho un repaso a su carrera deportiva desde sus inicios hasta su proyecto con Honda en SBK, sin olvidar su paso por el Mundial de MotoGP.
Tras su primera temporada en el nuevo proyecto de Honda en Superbike, Álvaro Bautista ha aprovechado para hacer un repaso por su extensa carrera deportiva. En la que ha tenido días de gloria, pero también días de sufrimiento. Pasó de plantearse su retirada como piloto a debutar en MotoGP. Además, Bautista ha demostrado que hay vida más allá de MotoGP con su paso al Mundial de Superbike.
En una entrevista en exclusiva con Motosprint, Bautista se ha sincerado como nunca sobre su carrera deportiva. Bautista: “Siento que llevo toda la experiencia que he ganado a lo largo de los años. Mi deseo es el mismo de siempre, es decir, como al principio. Me divierto en el sillín, ahora monto motos con más potencia que la que gané, por ejemplo, en 125. A pesar de mi edad, me siento mejor física y mentalmente. Se trata de la conciencia, el método. Sigo un entrenamiento específico y soy preciso en mi dieta. Sé lo que puede hacerme bien, sé lo que puede hacerme daño. Me conozco mejor”.
El momento de compaginar la vida de piloto con la de padre. Bautista: “Afortunadamente, siempre he podido llevar dos vidas, separándolas. Cuando estoy en casa, aparte de entrenar, ni siquiera recuerdo las bicicletas. En cambio, en el paddock me dedico totalmente a mi trabajo. Sólo por las noches hablo con mi padre, mi esposa, mi familia y mis amigos. Me gusta separar las dos vidas para poder aprovechar al máximo cada momento y situación. No he sentido realmente la distancia de mi hija porque no hemos hecho muchas carreras este año, la mayoría de ellas en España”.
“No teníamos dinero, todo había desaparecido”
De Talavera al paddock. Bautista: “Soy oriundo de Talavera de la Reina, un pequeño pueblo del centro de España, donde no hay nada. Todavía vivo allí y, si pienso en mi camino, digo que tuve suerte. Conozco a muchos conductores de mi zona que no encontraron el lugar y el momento adecuados. Mis padres siempre me han seguido desde el principio: me gustaban las motos, me divertía en el sillín, juntos luchábamos, mostrando potencial y resultados. Cuando empecé mi carrera en las carreras, ya estaba en riesgo de renunciar. No teníamos dinero, todo había desaparecido. Tal vez, no lo sé, el destino decidió dar un giro en los acontecimientos. Pero la realidad es que papá y mamá hicieron la diferencia”.
El campeonato de España. Bautista: “Después de correr la Copa Movistar, ningún equipo o estructura me había llevado a correr en esa serie. Así que intenté ir por mi cuenta y compré una Yamaha, el modelo que menos dinero cuesta. He luchado mucho y no me he clasificado para el campeonato de España. No pude entrar en los 40 primeros. El dinero había desaparecido, y la familia decidió detenerlo. La semana que lo dejé, recibí una llamada. El conductor de un equipo estaba renunciando y me pidieron 18.000 euros por tres fines de semana completos. Mi padre, mi madre y yo estábamos frente en una encrucijada. Fuimos al banco a pedir un préstamo”.
De colgar el casco a debutar en MotoGP. Bautista: “Me clasifiqué entre los pilotos más rápidos del campeonato español con el equipo progenitor del actual equipo de Raúl Romero, Avintia MotoGP. En nuestra primera carrera juntos, marqué el quinto mejor tiempo con una Honda y la gente empezó a decir ‘este rubio puede hacerlo bien’. Tenían razón, de hecho al año siguiente quedé segundo en mi país con un equipo llamado Atlético de Madrid. En poco tiempo, me encontré pasando de colgar el casco a subir la escalera de la carrera, porque entonces debuté en MotoGP”.
El título con Aprilia. Bautista: “El sueño se hizo realidad. Pensé en mi padre, que trabajaba como mecánico e hizo todo lo que pudo para ayudarme. Pensé en mi madre, que me cuidaba lo mejor que podía. El pensamiento era para mis hermanas, que me dieron el dinero que necesitaba para la carrera. Todo fue increíble. Cuando miro atrás, me doy cuenta de que tuve suerte, pero que me merecía lo que tengo. Gracias a todos ellos, a la familia, por supuesto”.
“La motivación vuelve muy rápidamente y muy fuerte”
Motivación para continuar compitiendo. Bautista: “Bueno, sucede que tengo ganas de entrar en la pista. A veces el frío me desanima (risas). Incluso el calor te molesta, pero el frío es peor. A veces no tienes mucho incentivo en condiciones tan extremas, pero una vez que te subes a la moto, la motivación vuelve muy rápidamente y muy fuerte. El hecho es que me gusta montar en bicicleta. Esto queda demostrado por mi decisión en 2018: una vez que me di cuenta de que ya no tenía un lugar en MotoGP, podría haber decidido quedarme en casa, agradable y tranquilo. El deseo de correr seguía ahí, así que aproveché la oportunidad que me ofreció Superbike”.
De proyecto con Ducati. Bautista: “La situación es diferente. En 2019 encontré un Panigale V4 R ya hecho, listo para la carrera. Los pilotos de prueba habían continuado el desarrollo, durante casi dos años de experiencia adquirida por el departamento de carreras de Ducati. Todo era más fácil. Con Honda, en cambio, estamos impulsando un proyecto completamente nuevo, sin precedentes”.
El proyecto de Honda. “El CBR RR-R llegó hace exactamente un año, y a partir de ahí tuvimos que empezar desde el más mínimo detalle, poniendo mucho esfuerzo en ello. Cuando las cosas son difíciles, hay que aumentar el compromiso, así que lo hice. Nuestro proyecto es joven, hay mucho trabajo que hacer, lo doy todo, siempre. Si puedo ganar por 15 segundos, lo hago. Si puedo terminar en sexto lugar, lo hago. Para mí el trabajo es el mismo, sólo que este año tuvimos que juntar todas las piezas de un rompecabezas que tiene un gran potencial”.
Sueños por cumplir. Bautista: “Me gustaría que la vida volviera a la llamada ‘normalidad’. Conocemos la situación actual, y no se puede decir que sea hermosa. Esto, por el aspecto humano. En cuanto a la del ciclista, me gustaría volver a divertirme, montando en la moto en mi mejor momento, durante mucho tiempo. Así que me siento más joven. Me estrellé este año y entendí por qué: tenía más ganas de lo que un novato puede tener. El deseo de ganar era fuerte, muy fuerte. Me di cuenta de que quedarme en este mundo me permite sentirme más joven, me gustaría quedarme aquí por muchos años más”.
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