Las condiciones meteorológicas en Assen fueron las únicas capaces de atrasar lo que ya estaba escrito. Sin embargo, no pudieron con una afición que es oro puro.
Este vez el artículo lo comenzaré dando las gracias a esa enorme afición que ha estado este fin de semana en el trazado de Assen. En muchas ocasiones he comentado que deberíamos aprender de los demás, pero mira, ojalá lo hiciéramos de ellos. Personas que han estado ahí “contra viento y marea” como quien dice, y a pesar de ello no se les ha borrado la sonrisa de la cara ni las ganas de ver a los pilotos dando gas en pista, y eso sí, los pilotos casi como para recompensarles, les han regalado una segunda carrera de infarto.
Y dejo caer esto no sólo por la actitud que se pueda tener en el circuito, sino por la mala afición que se está creando alrededor de un mundial que era tan familiar. A lo largo de esta semana casi me dolían los ojos cada vez que veía por ahí titulares de artículos en modo “Capan la Ducati de Bautista”, o como algunos se han atrevido a preguntar abiertamente (y espero que fuera de bromas), si es que únicamente iban hacer eso con la moto de Álvaro y no con las demás Ducati. Sinceramente, no creo que lo hiciera en plan broma, sino para abrir una herida que antes no solía abrirse en este mundial, y es esa herida que únicamente se les hace a los que después se la tapan con la bandera española, y no, lo digo muy claro, NO sólo se le pueden quitar las revoluciones a la moto de un piloto, sea pepito de los palotes o sea Benito. Por favor, si no están al tanto de lo que ocurre en este mundial está muy bien que pregunten y se interesen, pero sin maldad, sin necesidad de hacer sangría y sin hacerlo única y exclusivamente para hacer daño a los que realmente nos gusta este campeonato.
Una vez dicho esto comienzo con mi opinión, la cual empezaré una vez más con el flamante ganador, Álvaro Bautista.
Y sí, ya me conocéis, así que voy a ser sincera. En esta ocasión, bien por el trazado o bien porque pensaba que la bajada (aunque mínima) de revoluciones en la Ducati iba a notarse un poquito, ha llegado el 19 y me da un segundo punto en la boca con sus 11 victorias consecutivas, y es que al finalizar la Carrera 2 y viendo el logo de Álvaro digo… ¡Joé, si es que cuando el diablo se aburre mata moscas con el rabo! Y es que hay que ver cómo ha llegado Bautista a WSBK, se lo pasa bien en pista, no deja de batir récords, nos deja cositas que son maravilla pura. Para mi gusto, nos falta verlo en batalla; en un cuerpo a cuerpo, uno de esos en los que estemos al borde del infarto, pero llegará, espero que llegue. Aunque, mientras tanto, seguiremos disfrutando de las victorias que nos regala y esperando a que pueda utilizar su “nineteen” al completo.
Si hablamos de Chaz Davies, debo confesar que este fin de semana ha estado mucho mejor de lo que esperábamos, a pesar de que él mismo comenta como aún no se encuentra 100% con su moto. Ha tenido momentos en los que la Ducati parecía que volaba frente a las Yamaha o incluso la Kawasaki, pero bueno, le daremos un voto de confianza y esperaremos verle más activo en las siguientes carreras, puesto que hoy en Assen ha asomado la patita un par de veces, y eso nos ha dado emoción.
Esta vez y espero que sin que sirva de precedente, no voy a comentar mucho de Eugene Laverty y Michael Rinaldi, ya que tanto uno como el otro han tenido un fin de semana realmente pésimo. Incluso me declino más por la decepción por parte de Rinaldi, un piloto al que a mí se me ha podido oír en varias ocasiones decir que merecía una Ducati “pata negra”, un chico que mostraba un talento descomunal, y que ahora anda varando en las carreras para hacer bulto en las últimas posiciones de la parrilla. Sinceramente y tras las últimas citas, creo que no es que no merezca una Ducati para negra, es que no merece ni la que tiene.
Llegamos a Yamaha, y esta vez la tierra tira, da alas, da alma, da vida, y se lo hemos notado durante todo el fin de semana a un enorme Michael Van der Mark, el cual se ha divertido como un niño en su patio de recreo, mientras ve como su madre lo vigila desde lejos. Ha arriesgado, ha querido más, lo ha luchado y lo ha conseguido, Michael sale de Assen con un dulce sabor de boca que le hará estar más fuerte en la próxima cita. Por su parte, Alex Lowes sigue en una increíble línea continua, no falla, no decae, lucha y sigue estando a pie del cañón siendo siempre uno de los primeros pilotos, y es digno de alabar, porque es algo que estoy segura que si nos lo dicen hace unos años, no nos lo hubiéramos creído.
Sin embargo, en la otra punta vuelven a encontrarse Marco Melandri y Sandro Cortese, que una vez más han pasado un fin de semana deplorable, algo que espero que no se convierta en algo normal y entren en un bucle, pues tienen una moto que como se puede apreciar es potentes. Si es cierto que Cortese sufrió una fuerte caída y no ha podido dar todo de él, pero a Marco vuelvo a verlo como cuando fue a GP, sin ganas, sin motivación y dejando pasar el tiempo sin hacer nada. Me gustaría equivocarme y que el fin de semana de Imola me de un punto en la boca, pero llevo unas carreras con la decepción rondando su nombre.
En Kawasaki esta vez se han puesto las pilas, es cierto que la bandera roja en la lucha por la Superpole les perjudicó seriamente, y eso es algo que hay que aceptar, pero bueno, son cosas que ocurren. Lo mismo que les ha pasado a ellos, les ha pasado a más pilotos, no por ello nos vamos a poner a llorar, pero la remontada que se ha marcado el señor Jonathan Rea en la Carrera 2 ha sido mejor que comerse una tableta de chocolate negro con menta, (nótese que no encuentro mejor comparación que esa, pues para mí eso es lo mejor, y sin remordimientos). Fíjate si ha sido extraordinaria que hasta el mismo Bautista ni se creyó lo que veía, no sabía si era Rea o se trataba de Superman. Seguimos sin verlo ganar, pero el colega se deja la piel cada vez que sale a pista, intenta conseguir una Kawasaki que lo lleve a lo más alto, una como la que tenía antes, con la que un solo rugido él sabía por dónde sí, por dónde no, o qué es lo que tenía que hacer, y para mí es eso, y no otra cosa lo que le puede estar volviendo “loco”, querer tenerlo todo perfecto.
Por otra parte tenemos a Leon Haslam, el cual se ha divertido igual que lo hemos hecho todos en la Carrera 2, los adelantamientos que hemos visto les han dado fuerzas, y a mí me ha parecido que en al menos este trazado ha estado más cómodo que en los anteriores, pues su lucha con el rival ha sido diferente, estando siempre entre el grupo de cabeza.
Y termino hablando de Toprak Razgatlioglu, en otras ocasiones diría que ha pasado el fin de semana sin pena ni gloria, pero tenemos que tener en cuenta la fuerte caída que sufrió en la lucha por la Superpole, y cómo incluso al principio fue declarado no apto. Sin embargo, el turco ha salido en ambas carreras llegando a estar dentro del top 10, así que hay que agradecer el coraje que le ha puesto para estar ahí.
Pasamos a BMW, y este sí que nos ha dado la sorpresa, porque si era Tom Sykes el que ha estado fuerte durante todos los entrenos, ha sido llegar los días de carrera y ser Markus Reiterberger el que se ha mojado el culo para coger peces. ¡Así sí, Markus! Esto es lo que estaba pidiendo en las otras citas, sabemos que no poseen una de las mejores motos de la parrilla, pero ostras, la diferencia que existía entre uno y otro no era lo normal. No obstante, este fin de semana han estado más similar, aunque, no voy a cambiar de tema, y le voy a pegar un pequeño tirón de orejas a Sykes. Siempre se espera más de él y nada, llegan las carreras y es como que se aplatana, debe de ser que la hora de carrera no le viene bien, porque sino… ¡No lo entiendo! Aun así, estoy contenta con el trabajo realizado por estos dos chicos a lo largo de este fin de semana.
Pasamos al equipo Honda y yo me desmotivo, sabemos que es una “patata” de moto, pero ¿cómo es posible ver a Leon Camier fuera del top 10? Porque a ver… a Kiyonari es que no voy andar ni pidiéndole más, bastante y que el hombre finaliza las carreras, cuando lo hace. No me gusta, este será un año para evolucionarlas pero el ver cómo van casi mendigando puntos en cada circuito me duele, pero me duele por el hecho de que sabemos lo trabajador y luchador que es Camier, y una vez más lo digo, no merece estar en esas posiciones.
Me quedan dos pilotos españoles de los que hablar, Jordi Torres y Héctor Barberá. Comenzaré diciendo que… ¡¡¡Oleee Jordi Torres!!! Si es que este chico no sabe más que darnos alegrías, como nos gusta verlo avanzar, cómo se va superando carrera tras carrera y cómo cada vez parece más esa hormiga trabajadora que cuando finalice el cuento tiene su gran recompensa. Me gusta, me gusta mucho lo que estoy viendo de él, y espero seguir viendo esto con más y mejores momentos, que al pobre casi ni lo sacan en la TV, con las buenas batallas que libra él con el resto de compañeros. ¡Ole, Jordi!
Ahora hablemos de Barberá, para él ha sido la primera vez que ha montado la Kawasaki del Team Orelac Racing y que lo hace en SBK, y a pesar de ello, lo ha hecho con ganas. Sabe que iba a estar uno o dos fines de semana, no más, y aun así, en la Carrera 1 tras entrar en box, ha vuelto a salir para recoger toda la información que pudiera y poderla aprovechar en las próximas ocasiones, y así ha sido, pues en la Carrera 2 se lo hemos podido notar, no ha podido puntuar, pero ha estado rozándolo, incluso casi estando al mismo nivel de pilotos que ya saben lo que es estar en esta categoría. Sé que me diréis que Tati lo hace mucho mejor, pero hay que ser realistas, es el primer fin de semana, y una vez más, desde mi punto de vista, ha estado bastante bien.
Creo que no me olvido nada ni a nadie, ¿no?, ¿me queda algo? Me pongo a revisar mis notas, la clasificación tras las carreras… Aaaahh! Vale, me encuentro un “más de lo mismo” junto a A.DelBianco, y pues eso, no voy a gastar mi precioso tiempo en decir algo que todos sabemos.
Una vez más y antes de poner el punto y final a este artículo decir que comencé el domingo con un terrible aburrimiento, ya que la Carrera 1 ha sido similar a todas las vividas hasta ahora, no por el ganador, sino porque no se ve una triste lucha por ninguna de las posiciones. Sin embargo, ha sido llegar la Carrera 2 y resurgir, creo que se me ha pasado hasta medio constipado gracias a la emoción vivida, y es que eso es lo que necesitamos ver, lucha por la victoria, por el segundo puesto o por el décimo, pero queremos lucha, donde una vez terminada la carrera los pilotos se dan la mano y felicitan por la carrera realizada, y no ver lo que hasta ahora hemos estado viendo.
No sé en qué están convirtiendo este mundial (no culpo a pilotos), pero el aburrimiento que se está implantando en ciertas carreras no me gusta nada, y lo repito para que no haya dudas, no hablo de que gane uno u otro, sino de que quiero luchas tanto en la cabeza de carrera como en la parte trasera. Así que… ¡Gracias por la Carrera 2, chicos!
Dicho esto… ¡Nos leemos después Imola!
