El caso de Imre Tóth y la moto robada sigue sin resolverse un año después. El húngaro sigue asegurando que fue Héctor Barberá quien lo hizo y afirma tener testimonios que lo confirman.
Un año después, lo sucedido con la Yamaha R6 del equipo de Imre Tóth en el Mundial de Supersport sigue siendo un misterio. El ex piloto húngaro denunció el pasado año el robo de la moto del equipo, que pilotaba Héctor Barberá, el domingo por la mañana, horas antes de que comenzase la carrera de la categoría en el Round de Aragón. En un principio, el dueño del equipo no dudó en señalar directamente a su piloto, llegando incluso a afirmar que éste había pedido un rescate por la R6.
Por su parte, Héctor Barberá negó rotundamente esto. Además, tanto el piloto como sus mecánicos denunciaron que el equipo no les había pagado su sueldo en lo que llevaban de temporada y que Barberá se veía obligado a correr con motores usados al límite de su fiabilidad.
El asunto está en manos de los tribunales y ahora, un año después, Tóth ha hablado acerca de su estado actual para el medio alemán Speedweek. Según el húngaro, la moto fue sacada del box a petición de Barberá y critica el hecho de que solo hubiese dos cámaras en el paddock de MotorLand. “¿Cómo puede desaparecer una moto en un circuito moderno entre las 20:45 y las 22:00 de la noche? Es una broma que sólo hubieran dos cámaras instaladas en el paddock. De hecho, a petición de Barberá, nuestra moto fue sacada del box por dos mecánicos españoles. ¿Por qué lo se? Estaba comiendo con mi padre y otros dos mecánicos del equipo y le dimos las llaves del box a los españoles“, explica.
“Aquella temporada me costó al menos 50.000 euros y perder muchos patrocinadores”
Además, sigue defendiendo que fue el piloto de Dos Aguas quien robó la moto para pedir un rescate por ella. “Después de que la policía investigara en nuestro box, Barberá me llamó sobre las 16:00 y me dijo que la moto estaba en un lugar seguro y que quería negociar. Que debía ir yo solo y sin móvil. Después de esta farsa, le dije que lo dejaba en manos de la policía”, asegura Tóth. Y para defender esta versión, asegura tener grabaciones de los mecánicos reconociendo los hechos. “Tengo un testimonio de 1 hora y cuarenta minutos de los mecánicos españoles diciendo que ellos robaron la moto porque Barberá no quería hacerlo él mismo“.
De momento, Imre Tóth no tiene novedades con respecto al caso debido a la pandemia del Covid-19, que mantiene al mundo paralizado. “La situación del coronavirus está siendo difícil para mí porque mi abogado no puede viajar. La policía entregó todas las pruebas al tribunal. Deberíamos haber tenido una reunión con el abogado en Alcañiz el pasado mes de abril. Por ahora no podemos hacer otra cosa que no sea esperar”, comenta. “En cuanto pueda viajar de nuevo, presionaré otra vez en este tema“.
El húngaro no sabe si la moto seguirá en su estado original y se lamenta por todos los daños colaterales que les ha provocado este hecho. “Ha pasado mucho tiempo desde aquel incidente, no sé si la moto seguirá en su estado original. Aquella temporada me costó al menos 50.000 euros, y también perder a muchos patrocinadores. Para Barberá, lo que me hizo a mí y mi equipo será malo al 100%”, concluye.
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