Jonathan Rea, con sus seis títulos mundiales consecutivos desde su apuesta por Kawasaki, no termina de verse con otra fábrica. En el momento de su retirada, necesitará tiempo para pensar cuál será su futuro.
Jonathan Rea lleva el mayor éxito en su nombre desde que en 2015 apostó por un nuevo reto en el Mundial de Superbike: correr a bordo de una Kawasaki. Un cambio, de Honda al KRT, que logró que sus números siguieran una clara tendencia al alza desde el primer desafío en Australia. Seis títulos mundiales consecutivos y una renovación sin una duración específica, anunciada en junio de 2020, deja ver que el dominio del norirlandés puede prolongarse bastante.
Su paso por la categoría reina del Mundial de las motos derivadas de serie está dividida en dos partes claramente evidentes. Seis temporadas íntegras en Honda desde 2009. Cuyo mejor resultado en la clasificación del campeonato no se vio hasta su último año (2014) bajo los colores de HRC, en el que finalizó tercero. A partir de ese momento, su palmarés dio un vuelco con la apuesta por Kawasaki para la temporada siguiente. Un éxito sucesivo marcado por la imparable consecución de títulos mundiales, el verde y el negro le sentaron bien.
Ya anteriormente, Jonathan Rea había hecho mención a que no vería su futuro en otra fábrica que no fuera Kawasaki. Y algo parecido ha expuesto en una entrevista en exclusiva con Speedweek.com, como siempre con bastante honestidad. “No necesito seguir compitiendo el resto de mi vida. Estoy económicamente seguro y tengo una buena vida a parte de las carreras. Disfruto del tiempo que estoy con la moto y me sigue gustando competir. También depende de cuáles sean las ideas de Kawasaki. Entonces podré pensar en la retirada”.
Una reflexión que deja ver que no tiene intención de desvincularse de la fábrica japonesa, encomendando la futura decisión en Kawasaki. Aun así, la renovación de contrato se encuentra vigente mínimo hasta el fin de la temporada de 2022. Lo que ocurra después de su retirada de las carreras, también querría que fuera relacionado con el motociclismo, y con la marca. “Hablaré con ellos y les preguntaré si tienen algún trabajo para mí después de las carreras. Ya sea como probador, embajador, gestión del equipo, lo que fuera. Si tuviera que sentarme en el sofá con mi esposa todo el día todos los días, me acabaría divorciando”, comentó entre risas al medio alemán.
“Debo tener algo que hacer. Después de mi retirada, posiblemente necesitaré un año para pensar en cuál será mi futuro. Quizás vayamos a Australia”, prosiguió. Así pues, como se ha mencionado algo que ve Jonathan Rea con mayor lucidez es continuar de la mano de Kawasaki en WorldSBK. Por el momento, no se imagina a bordo de otra moto que no sea la suya. Un equipo con el que ha cosechado sus seis títulos mundiales, y al que llegó sintiendo que “me cansé de mi tiempo en Honda. La mayoría de los buenos recuerdos que guardo de mi carrera deportiva provienen de mi etapa en Kawasaki”.
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