La próxima moto que pilotará Álvaro Bautista en Superbikes es un proyecto por el que desde Honda están orgullosos de lo que vendrá, aunque tendremos que ver resultados para confirmar esta promesa de la marca japonesa.
El traspaso de Bautista de Ducati a Honda ha sido un secreto a voces en el paddock de WorldSBK durante casi tres meses, y ayer por fin se confirmó que cambiaría de moto y equipo para ensalzarse en un gran reto. La Fireblade no es actualmente ni de lejos una moto puntera en el campeonato, y los últimos años han sido especialmente difíciles para la fábrica procedente de Japón. Por eso, el talaverano será el centro de todas las miradas cuando comience la pretemporada, donde podremos ver más o menos el nivel del binomio que formarán en 2020 la Honda y él.
Álvaro sabe que el trabajo mano a mano con la firma nipona tiene que ser al máximo desde el minuto uno, pero todavía quedan tres rondas de la temporada 2019 en la que se puede coronar como campeón del mundo de Superbikes. Desde la cita en Laguna Seca el piloto de Ducati está tocado del hombro, y en Portimao corrió con molestias pero aun así consiguió ganar la Race 2 en el Autódromo Internacional de Algarve.
De cara a Magny-Cours, circuito donde nunca ha corrido, Bautista comenta que tiene el hombro en mejores condiciones, así que ya verá en el FP1 cómo está exactamente. “Creo que no tendré problemas para correr, pero será muy importante para mí hacer muchas vueltas al circuito, aprenderme el trazado y ser competitivo en carrera. Tenemos que intentarlo y seguir recortando el hueco hasta Jonathan”, señaló el de Talavera de la Reina en unas declaraciones recogidas por Crash.
¿Cómo será la Fireblade 2020?
A simple vista son pocos los cambios que ha realizado Honda en la versión 2020 de la Fireblade, pero es cierto que desde la parte técnica los japoneses pretenden sorprender e ir a por todas. Hace ya cuatro temporadas que la marca asiática no consigue una victoria, la última firmada por Nicky Hayden en la Race 2 de Sepang en 2016. Pero más tiempo hace que no consiguen coronarse con el título de WorldSBK, siendo el último campeón James Toseland en 2007 (hace 13 años).
Con la nueva moto pretenden encaminarse más a una MotoGP trayendo novedades que hasta ahora no se habían visto en el Mundial de Superbikes. Lo más prometedor es el paquete electrónico de la RC213V: IMU, ABS, control de elevación en el freno trasero, gestión electrónica del freno motor, control de tracción y launch-control. La potencia estará por encima de las demás motos de la parrilla con 212CV, y además la Fireblade incluye un sistema de distribución variable derivado del V-TEC que utiliza la firma nipona en sus coches.
En cuanto al chasis, será también muy parecido al de la Honda MotoGP y tendrá alerones laterales retráctiles para beneficiar en la aerodinámica. A día de hoy, la Ducati Panigale es la única en la parrilla de WorldSBK en utilizar estos apéndices en la parte delantera del carenado, pero en Honda han introducido esta innovación donde la electrónica también tiene su parte. Dependiendo de la posición en la que se encuentre la moto, la IMU recogerá o sacará estos alerones, informan en Todocircuito.
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