Scott Redding, tercero y segundo en las dos carreras que se disputaron este domingo en WorldSBK, hace una valoración de un fin de semana teñido de negro en Jerez.
No fue fácil el domingo de carreras para todos los pilotos de WorldSBK. Para ninguna de las categorías y, menos aún, para Supersport 300, que perdía un compañero el pasado sábado. Sin embargo, tras una reunión ese mismo día por la tarde y la aprobación de la familia de Dean Berta Viñales, tuvieron que hacer de tripas corazón y salir adelante con la ronda en Jerez. La categoría reina participó en dos carreras largas el domingo, dejando a un lado la Superpole Race. Scott Redding fue tercero en la Race 1 y segundo en la Race 2 al no poder exponerse a Toprak Razgatlioglu. El británico se mostró contento con sus resultados, pero la cabeza estaba en otra parte.
Resumen del domingo, con dos carreras: “Tuve que dar lo mejor de mí para mantener a Toprak detrás, lo intenté todo, pero me pasé. Estaba realmente al límite, pero estoy satisfecho porque durante el fin de semana no tuve buenas sensaciones con la moto. En los entrenamientos estuve casi siempre en torno al quinto o sexto puesto, pero en la Race 1 me sentí cómodo. En la siguiente carrera tuve más confianza, un buen ritmo, creí en mí mismo. A pesar de la mala salida, he podido alcanzar a pilotos que creía más rápidos que yo en algunos lugares. Intenté adelantar a Toprak, pero no salió bien porque no conocía el límite real de la moto después de lo ocurrido en los últimos días. A veces parece una partida de ajedrez, hoy he perdido”.
SuperSport 300: “A pesar del alto nivel de seguridad, cada vez tenemos más víctimas mortales. El nivel es tan alto que no tienes un momento de descanso. En las carreras siempre hay tensión, tengas la edad que tengas, y el riesgo está a la vuelta de la esquina. Sabemos el riesgo que corremos, la edad no tiene nada que ver. Sólo sé que esas motos son especialmente pesadas para los chicos delgados. Ver este tipo de carreras me da miedo porque están tan cerca, me asusta sólo verlas. Antes no era así, las carreras se decidían en las últimas curvas, ahora hay más de 15 pilotos pegados desde la primera vuelta. El margen de error es infinitesimal. Corrimos porque la familia quería que continuáramos en su honor. Si nos dicen que no nos demos la vuelta, lo hacemos, si no, seguimos”.
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