El 16 de febrero de cada año es un día señalado en el calendario de MotoGP pese a que nunca se ha disputado un Gran Premio.
El 16 de febrero de 1979 nació el piloto emblema de la máxima categoría en la actualidad, Valentino Rossi. Hoy llega a las 41 primaveras y aún en activo con la ambición de aspirar a todo. 2020 se presenta como un año clave, que podría ser su último como piloto de MotoGP, siendo clave las primeras carreras. Con la puerta del equipo oficial cerrado con Viñales y Quartararo en 2021, podría tener un lugar en el Yamaha Petronas. Rossi ha cambiado mucho a lo largo de sus 25 temporadas en el Mundial, incluso antes lo vivió siendo un niño. Estas han sido las edades de Valentino.
Rossi: El bebé
Valentino tuvo la suerte de nacer en una familia con tradición. El año de su nacimiento, su padre Graziano era piloto del Mundial y consiguió sus tres únicas victorias en la categoría de 250cc donde acabó tercero en la general. A la temporada siguiente Graziano saltaría a 500cc para acabar en un prometedor quinto lugar final con dos podios. Después las lesiones le obligarían a retirarse prematuramente pero su hijo Valentino vivió de pequeño un paddock por dentro y eso quedó grabado a fuego en su subconsciente.
Rossi: El niño
Que su padre Graziano tuviese una carrera interrumpida bruscamente por las lesiones fue clave. Se quedó dentro con la sensación de que hubiese podido hacer mucho más y eso unido a lo que Valentino vivió siendo un bebé, les llevó a unirse en un nuevo objetivo. Graziano apoyó a su hijo y el chaval apuntaba maneras. Ya destacaba su estilo más allá de su pilotaje, con el casco de Schwantz y la Tortuga Ninja pegada.
Rossi: El adolescente
Pese a destacar en el campeonato italiano, algún equipo rechazó sus servicios como es el caso del Aspar Team, pero finalmente y con 17 años un irreverente talento sin miedo a ningún rival, debutaba en el campeonato de 125cc. Su estilo llamó la atención desde el principio, entremezclando actuaciones increíbles con errores de novato, pero ya con 20 años era campeón de 125cc y de 250cc. Sus celebraciones fueron míticas, había llegado al Mundial una forma diferente de vivir las carreras.
Rossi: El adulto
Llegaba a 500cc a sus 21 años y lo hizo como un ciclón. En su primer año fue subcampeón, aunque si no llega a cometer errores al principio hubiese podido ganar. A sus 22 años ya en plena madurez conseguía su primera corona, la última con motos de 2 tiempos, para a partir de entonces ganar otros cuatro años consecutivos en la novedosa categoría de MotoGP. Dos títulos con Honda y después de forma consecutiva dos con Yamaha.
Algo nada fácil con pocos cascos en la historia. Sus principales rivales fueron Biaggi y Gibernau, que siempre estuvieron un paso por detrás. Tras dos años de sequía, recuperó la corona en 2008 y 2009, batiendo a dos jóvenes talentos de la nueva generación, Stoner y Lorenzo. Esta época gloriosa acabó al decidir salir de Yamaha para buscar nuevos retos en Ducati. Ya estaba en sus actuales 9 títulos Mundiales.
El abuelo
En 2011 y 2012, lo que parecía el sueño italiano hecho realidad: unir Ducati, la mejor marca italiana, con el mejor piloto italiano… fue una tragedia para ambos. Su falta de entendimiento tuvo una cosecha desastrosa no sólo en resultados, sino que fue aún mucho peor lo que tardaron en recuperarse después de haber separado sus caminos. A Rossi le decían que ya estaba viejo a sus treinta y pocos años. MotoGP era dominado por la siguiente generación, Stoner, Lorenzo y Pedrosa, mientras que él soñaba con lograr algún podio.
Hubiese sido fácil entonces retirarse, pero Rossi con humildad volvió a empezar al regresar a Yamaha. Enfrentándose a su compañero Lorenzo y al enorme talento de la nueva estrella Marc Márquez, rozó el título con tres subcampeonatos desde 2014 a 2016. Y todo por un sueño.
La Eternidad
Pocos, o ninguno, hubiésemos apostado con seguir disfrutando de Rossi a sus 41 años, pero es una realidad. Estamos deseando tener la noticia de que renueva dos años más y que recupera las buenas sensaciones con su Yamaha, volviendo a subir al podio, ganando carreras y ¿Por qué no? Optando al 10º título que tanto ansía. El tiempo juega en su contra.
Es un caso único en la historia que mezcla la pasión con la que se crió, sus cualidades de piloto y la ambición por seguir siendo competitivo. El “abuelo” tras pasar por todas las edades como piloto ya es eterno, gane el décimo o no, se retire mañana o dentro de diez años. Ya forma parte del Olimpo de los más grandes de la historia de MotoGP y a su vez para muchos aficionados, el más grande.
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