Hoy nada menos que con Giacomo Agostini, el italiano es el piloto más laureado de la historia.
Agostini nacía en Brescia (Italia) el 16 de junio de 1942, como el hermano mayor en su familia. Su padre no quería que fuese piloto, por lo que Giacomo tuvo que buscarse la vida, a veces a escondidas para poder hacerlo. Eso sí, le compró una moto para ir a la escuela que hizo que su hijo se enamorara más del motociclismo. Después su padre le presionó incluso con la oferta de comprarle un coche para que dejara de ir en moto.
En 1961 empieza a participar en carreras de montaña al sprint y también toma parte en algunos circuitos urbanos. En 1962 le contrata Morini, venciendo los títulos nacionales a la temporada siguiente. Su paso al Mundial estaba muy cerca, más aún cuando en 1964 debutase en el Mundial haciendo dos “wild card” en Alemania e Italia, acabando en cuarta posición en ambas carreras de 250cc. Ese año además ganó el título italiano de 350cc.
Aquellas actuaciones no pasarían desapercibidas para el Conde Agusta, que contaba con la mejor moto en el Mundial de 500cc. Buscaba un paisano con talento que poner al lado del campeón Mike Hailwood. Había ganado los últimos siete Mundiales pero con pilotos anglosajones y el sueño de que pudiese ganar una marca italiana con un piloto italiano, hizo que apostase fuerte por el joven Agostini.
Su debut con MV Agusta impresiona a todos pese a un difícil fin de semana. Con un Nurburgring totalmente impagado, Agostini se escapa y gana la carrera de 350cc. Después hace segundo en la de 500cc. La temporada fue una demostración de lo que después sería capaz de hacer, siendo subcampeón en la categoría reina tras su compañero Hailwood. En 350cc rozaría la corona pero un problema mecánico le impide luchar en la última carrera contra Redman, cuando podría haber ganado su primer título.
En 1966 habría un movimiento en los despachos que le abriría las puertas del éxito. Hailwood decidía aceptar una oferta de Honda y Agostini se quedaba como el número uno de MV Agusta. Entonces disfrutamos de dos años muy emocionantes, con intensos duelos en los que dos de los mejores de la historia se enfrentaron entre sí.
Agostini (MV Agusta) contra Hailwood (Honda). El británico vence el título de 350cc pero el de 500cc se decidiría en la última carrera en Monza. El que ganase se lo llevaría. En suelo italiano se vivió un intenso duelo entre ambos con continuos adelantamientos, todo podía pasar. Lamentablemente para Hailwood la Honda rompió y no llegó al final, lo que supuso para Agostini la victoria y su primer Mundial de 500cc. En Italia, una moto italiana con un piloto italiano, había derrotado al gran Hailwood, no podían pedir más.
El título de 1967 es casi una repetición del de 1966. Agostini fue subcampeón en 350cc tras Hailwood y en la categoría reina, máxima igualdad entre ambos hasta que la Honda fallaba. La MV Agusta era más equilibrada y fiable. Entonces ocurre otro movimiento clave en la historia de Agostini: sus grandes rivales, Honda y Hailwood, abandonan el Mundial.
Desde 1968 hasta 1972 Agostini literalmente se queda sin rivales que puedan ganarle. Ni por talento ni por mecánica parecen acercarse, quedando habitualmente a minutos de él en carrera. Algo impensable hoy en día por la igualdad mecánica actual en MotoGP. De esa forma Agostini consigue 10 títulos en 5 años, agrandando su leyenda.
Para 1973 MV Agusta ficha a Read, como compañero de Agostini y se acaba la tranquilidad. El británico era conocido por no respetar órdenes de equipo, el juego psicológico y por tener un enorme talento como piloto. De esa forma, el mal ambiente se instaura y Read se lleva la corona de 500cc ante el enfado de Agostini, cuando en principio había sido fichado como segundo piloto.
El italiano entonces decide salir de la marca y así recala en Yamaha, que le hace una oferta económica astronómica para que pilotase sus motos de 2 tiempos. Agostini, pese a no tener un inicio fácil, consigue llevarse el Mundial de 350cc. En 500cc, aunque gana dos carreras, acaba en cuarta posición final.
Para 1975 tenía el objetivo de recuperar la corona en la categoría reina, con 14 Mundiales ya a sus espaldas, le faltaba la guinda. Agostini se enfrentaría a su ex compañero (al que le tenía muchas ganas) y a la marca que le había dado la gloria, MV Agusta. Agostini conseguiría recuperar el Mundial en la categoría reina con solvencia. De esa forma había logrado demostrar ser el más grande al ganar con dos marcas distintas en 500cc, aparte de hacerlo con máquinas de 4 y 2 tiempos.
Aunque se retiraría a finales de 1977, sus resultados ya no volvieron a ser los mismos. Después en 1983 volvería como jefe del equipo Yamaha Marlboro con Lawson y Roberts como pilotos. Así conseguiría nuevos campeonatos de 500cc, hasta tres, esta vez con otro rol dentro del paddock. Cuando hablamos de Agostini lo hacemos de uno de los más grandes de la historia. Por palmarés a día de hoy el que más. Tiene 8 títulos de la categoría reina por 7 de Rossi o 6 de Márquez. Es también el piloto con más títulos Mundiales, 15 por 13 de Nieto y el que más Grandes Premios ha conquistado, 122 por 115 de Valentino.
En lo etéreo, lo que no se ve en los números, hay quien opina que sus números se deben a dos circunstancias: la falta de rivales y la superioridad mecánica durante un lustro completo donde ganó 10 Mundiales. No les falta razón, pero Agostini aparte de ganar tanto, demostró un talento enorme. Memorables sus duelos contra Hailwood en los que salió victorioso en 500cc o en su último Mundial, cambió la moto ganadora por Yamaha, siendo capaz de ganar con otra marca. Agostini está en el Olimpo de los más grandes de MotoGP.
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