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MOTOSAN | MOTOGP, MOTOCICLISMO Y COMPETICIÓN. "Life is Racing"

¿Borrego Springs? ¿Donde dices que está?

11 Jul. 20 | 22:07
Foto Facebook Cinta Americana

Hoy día, casi todos los buenos aficionados al motociclismo ya saben que Borrego Springs está en California y que en verano la temperatura sube a casi 50º… y eso que la miden a la sombra.

El siglo XXI es el siglo de la digitalización, del auge y desarrollo de internet y sobre todo es la era de la información. Hoy día nos llega un enorme flujo de información. Internet y las redes sociales nos permiten a todos emitir y recibir información. Y con tanta información, a los receptores nos toca filtrar lo falso de lo real, lo bueno de lo malo, lo tendencioso de lo objetivo.  Hoy día cualquier persona con acceso a internet es un informador en potencia. Bueno o malo.

Sin embargo, hubo una época en la que las cosas no fueron así. En España, la información del mundo de las motos ha tenido dos nombres clave: Motociclismo y Solo Moto (da igual el orden). Durante muchos años, los aficionados a las motos sólo estábamos informados (y muy bien) por ambas revistas y sus equipos de profesionales.

Motociclismo vs Solo Moto

Estamos a mediados de los 70. Motociclismo está sola en la información sobre el mundo del motor hasta que en 1975 aparece Solo Moto. La nueva revista, creada en Barcelona, llega en formato quincenal (y con color)  frente al formato mensual de la veterana Motociclismo, aún en blanco y negro. Nada más salir, la primera en la frente a la veterana revista madrileña.

Así lo cuenta su creador, Jaime Alguersuari: “Un 14 de marzo de 1975 aparecía en el mercado una publicación de periodicidad quincenal combinando la tradicional impresión en blanco y negro en sus páginas, con un estallido de color que iluminó la pasión por la moto a miles y miles de lectores, que en muy poco tiempo se convirtieron en solomoteros. Innovamos. Cambiamos el orden establecido en el mundo editorial español“.

borrego springs
Fotos archivos SoloMoto y Motociclismo. A la izda Motociclismo de 1981. Noyes en portada de probador. A la dcha, el primer número de Solo Moto en 1975.

En cuanto a Motociclismo, fue a Javier Herrero, primero como redactor editorial y luego como director, a quien le tocó modernizar la revista y plantar cara a los catalanes: “Empecé a poner orden en los campeonatos que se publicaban en la revista, nacionales y mundiales, a meterme en mil berenjenales creando o apoyando iniciativas que diesen vida al motociclismo español”. 

Solo Moto venía en modo arrollador: pasa a formato semanal al año de nacer y con mucho más color. A su “rival editorial” no le queda más remedio que reaccionar y seguir la estela de los solomoteros de Barcelona: en 1976, ambas revistas ya están en formato semanal. Y empieza el show entre ambas publicaciones, que duró bastantes años…

En aquellos años, no solía haber periodistas españoles en los circuitos del mundial. Las crónicas venían de corresponsales o acuerdos con otros periodistas que las mandaban. Solo Moto fue la primera en mandar un periodista a cubrir el mundial de velocidad, primero Dennis Noyes y luego Juan Porcar (creo recordar que así fue). Y la reacción inmediata de Motociclismo fue mandar como enviado especial a Carlos Dominguez a cubrir todo el mundial de velocidad.

Las aficionados flipábamos: en poco más de un año pasámos de tener una sola revista mensual y en blanco y negro a tener dos semanales a todo color (o casi). Y en ambas con enviados especiales a los grandes premios de velocidad. El nivel de información se disparó, literalmente. Y la competencia entre ambas publicaciones las mantuvo siempre “a tope“, siendo los aficionados los principales beneficiados.

A partir de ese momento, las excursiones semanales al kiosco (a veces los miércoles, casi siempre los jueves, alguna vez los viernes) ya iban a tener más fruto: nos llevábamos dos revistas. En aquellos primeros años, el estilo más desenfadado y actual de Solo Moto la hizo ponerse por delante de la revista madrileña. Solo Moto era un poco más entretenida.

Desde el principio, se apreciaban las diferencias entre una y otra. Motociclismo, con Javier Herrero (El Cheli) al frente, daba la información de una manera muy formal. En cambio, Solo Moto, de la mano de su creador Jaime Algersuari, era otra historia. Para empezar, Jaime era piloto en activo. Y su lenguaje y sus reportajes respiraban de otra manera. No eran peores ni mejores que los que se leían en Motociclismo… era simplemente diferentes. No eran la revista de Madrid frente a la revista de Barcelona. Eran dos formas de narrar motociclismo con matices y diferencias.

Pero sin duda, Motociclismo se tuvo que poner las pilas y cambiar el ritmo para seguir y tratar de superar a su rival de Barcelona. Y claro, surgió el inevitable “pique“. En bastantes reportajes, te encontrabas puyitas de Motociclismo a Solo Moto y a la inversa. Desde fuera, como lector, no diría que hubiese malas relaciones, pero sí que el pique entre ambas era más que evidente. A los lectores neutrales hasta nos parecía divertido e interesante. Y enriquecedor para todos.

Pero para un lector ávido de información, eran dos revistas que se complementaban muy bien. Y así estuvimos funcionando unos cuantos años, hasta que TVE empezó a dar el mundial de velocidad. Ambas revistas, además, mantuvieron una buena actividad en organizaciones. Motociclismo tuvo la Copa Ossa, las Motociclismo series, pero Solo Moto tuvo el criterium, el superprestigio, el Trial indoor, el piloto Solo Moto, por mencionar sólo los primeros…

Con el Solo Moto llegó también el París Dakar, con Juan Porcar de protagonista. Los que leíamos además prensa francesa (Moto Journal y Moto Revue) ya lo habímos descubierto el primer año en 1979, pero Juan Porcar nos lo trajo “desde dentro”. En 1982 (la tercera edición del Paris Dakar) Juan se embarca en la aventura con su Ossa Pioneer y abrió esta carrera a todos los españoles. En aquellos años, era una gozada leer en el Solo Moto las vivencias de Juan en la aventura del Dakar.

Aparece Dennis Noyes

Y los que leíamos compulsivamente la revista entera (sí, toda la revista…) empezamos a descubrir nombres. El más relevante e interesante: el de Dennis Noyes. Que empezó en  Solo Moto, luego pasó a Motociclismo a ejercer de jefe de pruebas y finalmente volvió a Barcelona…

Dennis tenía algo que no tenían Javier Herrero y Jaime Alguersuari: era americano, hablaba inglés y se entendía bien con los pilotos americanos que llegaron a Europa a partir de finales de los años 70 y nos deslumbraron a todos. Y arrastraba cultura de competición, traída de los USA.  Además era un buen escritor. Y allí estaba Dennis, no sólo para realizar pruebas, sino también para contarnos “todo lo que se cocía” en los pilotos que dominaron el mundial casi 20 años. Así nació la famosa Cinta Americana, que esperábamos siempre. Que seguimos esperando siempre.

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Foto Facebook Cinta Americana. Probando la Suzuki GSXR. Solo Moto 1986.

Dennis Noyes lo tenía todo para ser un excelente periodista de motos: licenciado en literatura, mejor “joven escritor” en los USA en 1965 por la revista The Atlantic Monthly, le gustaban las motos y  también compitió, llegando a ser campeón de España de resistencia. Y eso que aprendió tarde a llevar motos.

Porque finalmente, es verdad que cada revista tenía su estilo, pero sobre todo, cada periodista, cada redactor tenían el suyo. Igual que Dennis era (y es, por favor) una enciclopedia de sabiduría, cultura, hechos y vivencias, Jaime escribía (y escribe) de otra manera: más pasional, más rotundo… y con el uso del punto y aparte más intenso que yo haya visto.

De aquellos años, buenos periodistas de una y otra revista. El propio Jaime Alguersuari, Eduardo Rubio, Juan Porcar, Carlos Dominguez, y algo más tarde Augusto Moreno de Carlos, Cesar Agui y Pepe Burgaleta. Pero ninguno alcanzó el nivel de popularidad y relevancia de Dennis Noyes.

El bueno de Dennis Noyes estaba por encima de todos ellos. Llegó a Barcelona con 23 años. Tuvo unos primeros contactos con Solo Moto y su número inicial, en la revista Fórmula y luego de nuevo en Solo Moto. Pasó de Barcelona a Madrid (con ida y vuelta) para hacerse cargo del equipo de pruebas de Motociclismo, llamado por Javier Herrero.

De su trabajo como probador, Dennis dijo: “No parecía trabajo. Me pagaban por divertirme. Hice miles y miles de kilómetros con motos de pruebas. Pero era un placer y un privilegio hacer las «Pruebas a fondo» de 10.000 km con las españolas, italianas, británicas y las primeras japonesas en llegar a España. Tenía total libertad para escribir que la Ducati Twin era frágil y nada fiable y que la Yamaha XS 1100 era demasiado cara y muy inestable para todo menos la conducción más tranquila”.

Con respecto a Javier Herrero, su jefe en Motociclismo: mi jefe, Javier Herrero, siempre me apoyaba: Lo que es bueno, bueno es, y lo otro también”. 

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Foto Facebook Cinta Americana. Noyes con la Yamaha FZ, campeón de españa de resistencia en 1986

Se acaba una época

Cuando Dennis Noyes anuncia en 2015 que deja el mundo de las motos sentimos una profunda tristeza. No por él, sino porque era la certificación definitiva de algo que empezó a mediados de los 70 y que sin duda terminó al finalizar el siglo.

Así que nuestras ansias de información estuvieron únicamente en el Solo Moto y Motociclismo durante unos años. La TV aún no había entrado, ya que llegó mediados los 80. Pero aún con la TV cubriendo el mundial, las revistas seguían siendo fundamentales. Los reportajes post carreras, las declaraciones, las valoraciones… todo era consumido inmediatamante.

El carácter y personalidad de los periodistas e informadores que escribían en una y otra revista también importaban y entre ellos, siempre brillaba Dennis con una luz especial. Porque esa información era auténtica y apasionada.  Como anunció Solo Moto cuando se lanzó, era ” la revista de especialistas para especialistas“.

En la actualidad, existen innumerables revistas digitales, cuyo unico requisito es la compra de un dominio y la elaboración de un wordpress como soporte. Y sobre todo, existen un sinfín de redactores y editores que escribimos de motos a todas horas. Un exceso de información que hace que cada vez se valore menos. Y las redes sociales abundan aún más en ese exceso. Ahora sería imposible para nadie, alcanzar la relevancia que Dennis Noyes alcanzó durante los últimos 25 años del siglo XX.

Javier Herrero se apagó hace unos años, y aún podemos disfrutar de Jaime Algersuari, en dosis más reducidas. Igual que con Dennis Noyes. Solo Moto y Motociclismo siguen en pie. Igual que Fórmula Moto, la tercera en discordia que apareció más adelante, en el año 2000. Ahora todas tratando de sobrevivir a la complicada y traumática transición del papel a lo digital. Pero ya no es lo mismo, el mundo está cambiando a velocidad de vértigo.

La información ya no es lo que era. Hay mucha, no tan profesional y con menos pasión en muchas ocasiones. Empezamos a confundir periodistas con informadores. Los principio de veracidad y documentación va siendo sustituidos por la inmediatez y por la necesidad de “ser el primero“. Pero el periodismo que reperesentó Dennis Noyes se basaba en la formación, en el conocimiento, en la curiosidad, en la pasión y en la cultura.

Pero toda esta época dorada, apasionada, vital e irrepetible ha hecho que Dennis Noyes se haya convertido en el periodista especializado en motos más respetado, valorado y querido por la afición española. Después de su etapa Solo Moto y Motociclismo, le pudimos ver y escuchar en TVE y en Tele5 narrando y comentando las carreras del mundial y ver también cómo desarrollaba su trabajo en Dorna.

Ahora, afortunadamente, le tenemos de vuelta al mundo de las motos, con su incombustible Cinta Americana y su Radio Ocotillo en la web. De sus participaciones en las redes sociales ya sabemos que vive en un rancho en Borrego Springs, en California, que hace mucho calor y que los escorpiones son muy grandes.

Y también sabemos que nunca volveremos a tener a un tipo cómo él. ¡Que nos dure, pues!

Génesis

Y después de un verano en México, algo cambió en mí. México, Costa Rica, Guatemala y, sobre todo, Caracas como reportero del Daily Journal… y un año después cuando estaba jugando para el equipo Victoria en la liga guatemalteca de béisbol y dando clases en el IGA (Instituto Guatemalteco Americano) me crucé con un tío de la base en Venezuela y me dijo, “Yo no se, de verdad, si eres agente de la CIA o no porque nunca teníamos claro que hacías en Caracas, pero si eres hombre libre, vete a España, es un verdadero paraíso y no hablo de la política”.

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Foto Facebook Cinta Americana. Corriendo con Norton. Ya había aprendido a andar en moto.

Me enseñó un plano de Barcelona y me indicaba Las Ramblas, Tibidabo, Plaza Catalunya, como si todo fuera un cuento de hadas…. Me acuerdo que tenía Las Rambas confundidas con Barceloneta, pero el consejo era muy bueno, probablemente el mejor que he recibido en la vida.

Y ya en Barcelona, la primera vez que vi una salida en un semáforo con Lobitos, Ducati Elite, Metrallas, Impalas, etc… me acordé que había jurado sobre la Biblia de la familia no correr en coches. Pero mi abuela no me había comprometido sobre motos. Una vez que aprendí a ir en moto, a base de caerme muchas veces por la súbida de Valvidrera (una vez intentando seguir con una BSA 650 al padre de Ruben Xaus con su Norton).

A tiempo para participar en aquellas últimas carreras locas de los circuitos urbanos del viejo Cto de España.  Dennis Noyes (Blog de Motociclismo).

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