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MOTOSAN | MOTOGP, MOTOCICLISMO Y COMPETICIÓN. "Life is Racing"

Demasiados accidentes: los moteros tenemos que hacérnoslo mirar

24 Feb. 20 | 16:00
Un motorista toca con la rodilla al tomar una curva de una carretera abierta al tráfico
Foto: Max Frajer

Más de la mitad de los fallecidos en carretera el fin de semana pasado eran motoristas. Son números que se repiten a menudo. ¿Qué estamos haciendo mal?

El fin de semana pasado murieron en accidentes en carretera 13 personas, y 7 de ellas eran motoristas, incluyendo un usuario de ciclomotor. Las motos suponen aproximadamente uno de cada cinco vehículos, y sin embargo, la proporción de víctimas es mucho mayor, y lo que es peor, cada vez va a más. Ya sabemos lo de que las motos son peligrosas pero, ¿estamos haciendo algo al respecto?

¿Los motoristas estamos concienciados?

Hace unos días quedé para cenar con un grupo de amigos moteros y hubo una conversación que me dejó hundido. Algunos de ellos daban por hecho que otros colegas suyos acabarían cualquier día muriendo en moto. Gente que va a fuego, asumiendo un riesgo excesivo, con lo que cualquier imprevisto termina en un accidente previsible.

Unos días después quedé con otro grupo de amigos y me volvían a decir lo mismo. Elegir un grupo con el que salir a rodar que se ajuste a las habilidades y al estilo de uno mismo es fundamental. Es terriblemente fácil dejarse contagiar por un ritmo y una aceptación de riesgo para el que no se está preparado, y eso tiene fatales consecuencias en el momento menos pensado.

Elegir con quién salir es una decisión crítica, pero creo que rodar en solitario está infravalorado. Sí, pertenecer a un grupo y disfrutar de él está muy bien, pero siempre que el coste no sea tan alto como jugar a la ruleta rusa encima de una moto. Poder salir en moto acompañando a gente con cabeza no tiene precio. Porque yo no quiero morir haciendo lo que más me gusta. Lo que quiero es hacerlo otra vez mañana, y al otro y al otro.

Es difícil cambiar a una minoría

Es muy posible que no te sientas identificado o aludido por todo esto, pero esta clase de motoristas existe, y además no da una buena imagen del conjunto de motoristas, lo que termina afectándonos a todos.

Hace unos meses acudí a una manifestación en mi ciudad en contra de los guardarraíles. Me pareció buena idea que mi hija de 10 años me acompañara, a pesar de que es un horror circular a baja velocidad durante una hora por ciudad, calentándose la moto, tu hija y tú. Le expliqué cuál es el problema y las soluciones y nos plantamos en el lugar de convocatoria. Un tipo subido a un todoterreno, megáfono en mano, habló de las reivindicaciones, de cómo iba a ser el recorrido y pidió respeto, que nadie hiciera cortes de encendido, quemadas de rueda o cosas así, pues estas macarradas estaban fuera de lugar.

Pues muy bien. La mayoría se comportó de forma ejemplar. Pero mi hija y yo nos fumamos medio Battlax de un insustancial que llevábamos delante. En algún momento pensé en adelantarle, pero me pareció más seguro quedarnos donde estábamos, no fuera a hacer un strike con un montón de motos. ¿Se puede hacer algo con esta gente? Pues la verdad, lo veo complicado, aparte de que no ayuden en nada mientras cientos de compañeros nos manifestamos pidiendo más seguridad. Qué fácil ponen que cualquiera diga «es que van como locos» y el esfuerzo de tantos se vaya al garete.

Un motorista realiza un caballito en una carretera
A demostrar al circuito. (Foto: Jan Starek)

Más autocrítica: las soluciones están en manos de todos

Quizá debamos asumir que el «Objetivo Cero» es un imposible. Que hay un porcentaje de conductores, ya sean de moto o de coche, que no tienen remedio y son carne de carretera. En moto son fáciles de reconocer. Son esos con los que te cruzas en una carretera de curvas y no te responden al saludo en V porque además de invadir tu carril van tan apurados que no pueden soltar dos dedos del manillar. Pero creo que son una minoría y que no pueden servir de justificación para que no se tomen medidas para proteger a los que a pesar de nuestras limitaciones, problemas y errores, tratamos de hacerlo bien. Todos debemos poner nuestra parte en esto.

Ya que salió el tema, los guardarraíles deben ser adaptados para los motoristas. Se debe potenciar (facilitar, promover, subvencionar) la formación de conductores, a través de cursos de conducción segura y concienciación. Mejorar las condiciones y el mantenimiento de las vías. Reducir el IVA del equipamiento de seguridad. Incluir la Seguridad Vial como asignatura en los colegios. Campañas publicitarias en las que también se incida en la responsabilidad de los conductores enlatados implicados en accidentes con motoristas.

Hay muchas ideas sobre la mesa. Hace ya tiempo que la Dirección General de Tráfico presentó un plan con 17 medidas para mejorar la Seguridad Vial del colectivo motorista. Pero si no se implementan rápidamente no servirán para nada. No podemos esperar a que sigan pasando fines de semana en los que cada lunes nos vuelvan a recordar que han muerto demasiados moteros.

Lunes. Como hoy. Y me alegro de que estés ahí. En siete días te espero de nuevo. V’sss.

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