Saltar al contenido
MOTOSAN | MOTOGP, MOTOCICLISMO Y COMPETICIÓN. "Life is Racing"

El último accidente

22 Feb. 21 | 17:15
Flores y foto de motorista fallecido colocados en una farola
Foto: I.A.

Hay muchos problemas por resolver en todas las ciudades, pero los motoristas debemos adaptar la conducción a las condiciones que nos encontremos

Los accidentes de tráfico son tremendamente caprichosos. Hace unos días, un motorista de mi ciudad murió en un accidente en el que también se vio implicado un autobús. Fue una noticia que me impactó. No le conocía, pero es un sitio por el que paso casi todos los días. Más tarde un compañero de trabajo vino hasta mi puesto para confirmar que había llegado. Es en estos momentos cuando te das cuenta de que, aunque nos repitamos eso de que «a mí no me va a pasar», todos estamos asumiendo un riesgo al conducir una moto.

Pero lo que más rabia me da es que era un siniestro evitable, como prácticamente todos. Ocurrió en una avenida, una arteria que une varios barrios con el centro donostiarra, con numerosas intersecciones y que absorbe un importante flujo de todo tipo de vehículos, también bicicletas. Pero sobre todo, muchísimos autobuses, de varias líneas y con sus correspondientes paradas, lo que hace que el carril derecho quede bloqueado y estos se muevan libremente por todos los carriles. Vehículos tan grandes, incapaces de maniobrar dentro de su carril cuando giran noventa grados hacia otra calle, y rodeados de múltiples ángulos muertos, son siempre una amenaza para los nerviosos vehículos de menor tamaño.

Cada accidente ocurre por diferentes motivos

Ningún accidente ocurre por una sola causa. Son un cúmulo de circunstancias y errores que habitualmente pasan desapercibidos pero que si un mal día se combinan con los de otros tu suerte ya está echada. Y en ciudad, donde debemos compartir el espacio con otros vehículos y peatones, nos exige atención constante y no despistarnos ni un momento.

El accidente en cuestión todavía está en investigación, pero creo que que fue raro, casi tonto, porque el autobús y la moto circulaban en el mismo sentido. Ha calado muy hondo el discurso de que la velocidad mata, pero hay un peligro mucho mayor, especialmente en ciudad: ir con prisa. No es sólo la velocidad, es el estado de ánimo, que provoca agresividad, toma de decisiones incorrectas y cometer errores que ayer no los pagaste pero quién sabe si hoy lo harás, o si los pagará otro. No importa los problemas que te encuentres en una calle o en una carretera, tienes que resolverlos porque, en cualquier medio de transporte, pero especialmente en una moto, no importa de quién sea la culpa. Siempre serás la víctima.

La clave: practica siempre una conducción defensiva

Me gustaría aportar mi granito de arena para tratar de que este sea el último accidente mortal, en mi ciudad, pero también en la tuya. En San Sebastián uno de cada siete habitantes tiene moto, lo que para la meteorología que disfrutamos, es una barbaridad. Hay muchas cosas que arreglar, cierto, y son las mismas que otras ciudades (mejora de asfalto y pintura de marcas viales, por citar dos), pero que una moto sea un vehículo seguro empieza por uno mismo. Y eso supone tomar medidas de autoprotección, trabajar la destreza, mejorar la técnica de conducción y confiar en la experiencia para interpretar correctamente el escenario que tenemos delante.

No se trata únicamente de cumplir las normas, sino de pensar, activar los seis sentidos, y practicar una conducción defensiva e inteligente que nos ponga a salvo de los errores de los demás pero también de los nuestros propios. Puedes pasar un millón de veces por el mismo sitio y tener la falsa sensación de que es seguro porque nunca te ha pasado nada. No te confíes.

En moto, debemos proteger nuestro «círculo de vida», dar espacio a los vehículos voluminosos, recordar que somos invisibles. Dudar de las maniobras de los demás, vigilar las intersecciones aunque tengamos prioridad, conducir y tomar decisiones vigilando lo que vemos pero también lo que no podemos ver. Respetar a ciclistas y peatones, por debajo de nosotros en la escala de vulnerabilidad, y nunca tener prisa.

No lo olvides, vas en moto, y vas a llegar mucho antes que todos los enlatados que ves a tu alrededor. Llegar. Siempre. No hay más.

SUSCRÍBETE GRATIS a Motosan.es en la en la campanita, y DEJA TU OPINIÓN debajo en los comentarios.