En el norte de España y con el aroma cercano del río Ebro se encuentran las Bardenas Reales, un espectacular e infravalorado paisaje navarro en el que pasar un día espectacular. Más de 41.000 hectáreas con enrevesadas carreteras y curvas arriesgadas que son la delicia de cualquier motorista.
Una ruta de escándalo para ir sobre asfalto o salirte y mancharte de tierra. Gracias a su aspecto desértico, en contraste con la extendida idea que impera en el resto de España de grandes y verdes bosques, ha sido lugar de grabaciones para series como Juego de Tronos.
La Ruta
Un buen punto para empezar una ruta así es Tudela, una de las ciudades más importantes de Navarra. Conocida por sus productos agrícolas como las alcachofas y con un casco antiguo que merece la pena visitar. Como bien se sabe una salida en moto se queda pobre si no va acompañada de un buen almuerzo. En la ciudad ribereña cualquier lugar es bueno para este propósito. La hospitalidad de la gente se respira en cada una de sus calles.
Una vez lleno el depósito de combustible, quizás el punto más icónico, donde comienza el recorrido es el puente del Ebro. Desde ahí se puede observar el majestuoso río Ebro bañar con fuerza toda la ciudad. Hacia el fin del verano se puede observar un curioso efecto con la eclosión de las mariposas que “inundan” el puente.
A escasos metros de la ciudad ya comienza a vislumbrarse el llamativo paisaje. Incluso me atrevería a decir que el sol cae distinto. Mi primer recuerdo en moto en esa carretera era con mi añorada Honda Shadow 600 del año ’91, un chaleco de cuero con demasiados kilómetros y el tema “Free Bird” de Lynyrd Skyryd sonando en bucle en mi mente.
Es una carretera muy poco transitada, con tramos de la carretera recién arreglados y en muy buen estado, aunque es una ruta de curvas agresivas en las que es mejor ir lento. Cualquier camino o carretera es digno de aventurarse ,ya que este paisaje dividido en subzonas te sorprenderá vayas donde vayas. Sin olvidarte de pasar por Castildetierra, quizás el punto más fotografiado de todas las Bardenas.
Puedes diseñar la ruta que a ti más te guste, ya sea circular o lineal es un lugar que merece más de una visita y en más de un día. Aunque cruzar la frontera y visitar la multitud de lugares que ofrecen las vecinas Aragón y La Rioja son obligatorias.
Siempre con precaución
La moto es para disfrutarla, para sentirnos vivos y sin duda ninguna afirmo que rutas así lo consiguen. Las Bardenas Reales son y serán una pequeña parte de mi “yo motero” por todo lo que me enseñaron sobre una moto, lluvia, frío, hielo e incluso granizo. También me enseñaron a tener paciencia y respeto ante las adversidades ya sea sobre dos ruedas o en la vida personal.
Siempre con precaución y “tauto” como dicen en la ribera del Ebro, se pueden descubrir nuevas rutas y zonas sobre las que pasar un buen rato.
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