Seis semanas para que empiece el Mundial de MotoGP y hoy no podía ser otro que Álex Rins, el actual líder de Suzuki en MotoGP. Ganador de carreras el año pasado, busca dar un paso más para poder optar al título.
Alejandro Rins Navarro, más conocido en el paddock como Álex Rins, nacía el 8 de diciembre de 1995 en Barcelona. Es un claro ejemplo de cómo se debe llegar a la élite en la actualidad, empezando desde muy pequeño (él lo hizo con apenas seis años), compensando la escasez de recursos económicos con victorias. Ganó títulos en Cataluña que le abrieron la puerta para competir en el Campeonato de España con la Monlau.
Allí coincidió con Álex Márquez. Los dos Álex de compañeros de equipo, lucharon en 2011 por ser campeón de 125cc en el CEV. Todo desembocó en una última carrera de locura con dos cosas muy importantes en juego: el título y el derecho a desembarcar en el Mundial a la temporada siguiente. Con la pista de Jerez totalmente empapada, Rins se cayó y el título parecía ir para Márquez, pero entonces este también cayó y el liderato del campeonato volvió a Rins, que se hizo con el campeonato.
En 2012 Rins llegaba al nuevo Mundial de Moto3, que aquella temporada sustituía a la histórica de 125cc, la última que quedaba de 2 tiempos. De mano del Estrella Galicia, desde el principio demostró la calidad que atesora, siendo 10º en Losail y consiguiendo la pole en la segunda carrera, disputada en Jerez. Su primer podía llegaría el Le Mans, tras remontar 23 posiciones desde la salida. Las remontadas, un clásico en él desde muy joven.
Tras ser quinto al final de temporada, su equipo cambiaba a KTM, con la que en 2013 optó al título hasta la última curva. Inolvidable duelo a tres bandas contra Salom y Viñales. En la última curva Rins intentó el adelantamiento a Maverick, pero se coló de frenada, teniendo que conformarse con el subcampeonato. De todas formas fue un gran año para él. No sólo consiguió su primera victoria en el Mundial, que llegó en Indianápolis, sino que sumó un total de 6, con 8 podios más y sendas 8 poles.
Para 2014 Estrella Galicia arriesgaba al dejar la mejor moto de la parrilla, KTM, para apostar por un importante proyecto de Honda. Un comienzo difícil, mientras que ponían la moto a punto, hizo que no llegase con opciones de título a la última carrera, que fue a parar a su compañero de equipo Álex Márquez en un intenso final contra Jack Miller.
De esa forma en 2015 Álex Rins saltaba a Moto2 con el Pons Racing sin haber sido campeón de la categoría pequeña. Su primer año en la categoría intermedia fue sobresaliente, consiguiendo el subcampeonato. En 2016 repetiría categoría y equipo, pero se tuvo que conformar con la tercera posición final, repitiendo los mismos lugares que en Moto3 y de igual forma, saltaba de categoría a MotoGP. Le había llegado una oportunidad importante, estar en el equipo oficial Suzuki, aunque a cambio llegaba sin haber sido campeón del Mundo.
Suzuki lleva mucho tiempo huérfana de un líder. La marca de Hamamatsu ha demostrado en el pasado que sabe hacer motos ganadoras, con campeones adorados por la afición. En los años ’70 tuvieron a Barry Sheene, bicampeón de 500cc en 1976 y 1977. Tal vez no tenían la moto más puntera tecnológicamente pero sí una muy equilibrada, por eso Lucchinelli (1981) y Uncini (1982) reverdecieron laureles con ellos.
Después Suzuki se quedó atrás y se perdió, hasta que a finales de los ’80 encontraron a Kevin Schwantz, el otro gran piloto “marca de la casa japonesa” junto a Sheene. El #34 estuvo toda la carrera deportiva con ellos pese a que la mayoría de las veces estaba un paso por detrás de Yamaha u Honda. En 1993 tuvo una Suzuki equilibrada y el texano hizo maravillas con ella, alzándose con el título de 500cc.
Tras Schwantz el futuro se volvió muy oscuro para Suzuki, pese a que en el año 2000 tuvieron a Kenny Roberts Jr. campeón como un oasis en el desierto. Honda, Yamaha y después Ducati, han aglutinado los mejores pilotos de MotoGP, dejando a Suzuki en cuarto lugar. Abandonó el campeonato en 2012, para después volver en 2015 con Aleix Espargaró y Maverick Viñales.
En 2016 Viñales hizo que Suzuki volviese a recuperar la ilusión, ¿Habían encontrado un talentoso sucesor de Schwantz o Sheene? No fue así, la victoria en Silverstone fue agridulce ya que pese a que hacían un gran equipo juntos, Maverick había decidido irse a Yamaha, una decisión que a día de hoy tampoco le ha reportado muchos beneficios.
Entonces Suzuki apostó por repetir la fórmula de joven talentoso y ahí es donde Álex Rins entra en juego. Tras un 2017 muy duro donde las lesiones le impidieron demostrar lo rápido que aprende, como hizo en Moto3 o Moto2, tuvo que esperar a 2018 para destapar el frasco de las esencias. En la segunda carrera, disputada en Argentina ya se subió al podio. Cinco en total a final de año y quinto puesto final en el campeonato.
Este pasado 2019 ha dado otro paso más, ganando al fin en MotoGP. Primero a Rossi en Austin y después a Márquez en Silverstone, en un final por trece milésimas que será recordado siempre como uno de los más apretados de la historia. Con su cuarto lugar en la clasificación final y aún mucho margen de mejora, Suzuki vuelve a ilusionarse con un piloto con capacidades especiales, con carisma, que puede optar a la corona…
¿Estamos ante el nuevo Sheene o Schwantz de Suzuki? Llega un año de renovaciones. Suzuki quiere darle un motor más potente para que tenga más armas cuando se enfrente a pilotos de Honda o de Ducati. Además de que Rins debe mejorar sus calificaciones el sábado. No tiene sentido que el cuarto clasificado del Mundial haya sido el piloto que más posiciones remonta el domingo.
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