Después de dos meses sin subirse a su Honda, Jorge Lorenzo volvió a salir a pista para completar unos duros entrenamientos en Silverstone. El mallorquín terminó último en la tabla de tiempos y con cierto dolor en la espalda
Jorge Lorenzo sabía que la vuelta a los circuitos iba a ser dura y así lo demostró este viernes en Silverstone. El piloto del Repsol Honda terminó último en la tabla combinada de tiempos, a más de tres segundos y medio de la cabeza, ocupada por Fabio Quartararo con un nuevo récord de la pista. El mallorquín sabía que no llegaba al 100%, pero aún así se mostró satisfecho de poder volver a rodar sobre su Honda después de dos meses recuperándose de la lesión en su espalda, que siguió provocándole dolores durante la jornada de entrenamientos.
“Fue un día muy duro porque no estoy bien del todo. Tal como estoy es imposible ir rápido. Se me cansa mucho el cuello, la espalda. Las MotoGP son muy duras. Hay que ser paciente para no sufrir otra caída. Creo que en el test de Misano seré capaz de ir un poco más rápido y sobre todo en la carrera. Tengo problemas en todos lados: en la mitad de la curva, en las frenadas y en los cambios de dirección”, aseguraba el mallorquín sobre sus molestias, añadiendo que “después del segundo entrenamiento más dolor, y en cada entrenamiento el dolor en la espalda irá peor”.
“Honda entiende mi situación y no me pide nada”
Ante estas declaraciones, la prensa se planteó si la decisión de volver a pista había sido la correcta: “Según cualquier doctor, también podría haber ido a Brno, pero para mí no tenía sentido, y lo mismo en Austria. Yo decidí que, con la evolución que había tenido en las dos últimas semanas y el peso que había levantado, podía ser el momento justo, pero pilotar una MotoGP es otra cosa. Sabía que sería difícil. Esta noche me dolerá la espalda, pero no podía alargar más mi retorno”.
De vuelta al tema estrella del fin de semana -los rumores sobre su contacto con Ducati- Jorge Lorenzo siguió evitándolo, aunque el español si habló de su actual equipo en Honda con el que asegura que todo sigue igual que antes. “Hacía mucho tiempo que no me reencontraba con los miembros del equipo, desde mi caída en Assen. Ha sido bueno volver a hablar con ellos, con Takeo (Yokoyama, director técnico), Alberto (Puig, team principal del Repsol Honda) y Kuwata san (Tetsuhiro, director de HRC), y aclarar las cosas, los rumores que surgieron y mirar para adelante. Ellos entienden la situación que estoy pasando y no me piden nada, simplemente que ruede y que me acople poco a poco a la moto. Y ya está”, recogía el Diario AS.
“No estamos ni para terminar entre los diez primeros”
Dejando a un lado la lesión que Lorenzo todavía arrastra desde su caída en Brno, su adaptación a la Honda sigue siendo su asignatura pendiente y la razón por la que los resultados todavía no han llegado con la marca del ala dorada. En Silverstone, circuito donde ha ganado hasta en tres ocasiones, la película no cambia y el español lo tiene claro.
“Hemos hablado con el equipo. No estamos para luchar por victorias, ni por podios ni por terminar entre los diez primeros. No es que me esté paseando, estoy dando lo mejor de mí pero luego miras los tiempos y estás a tres segundos. La situación y mi estado físico es el que es. Nunca estas cómodo cuando te ves el último. Pero por ahora es la situación que hay. Es una de las carreras más duras de mi carrera deportiva”, zanjó el mallorquín.
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