Es inmediatamente reconocible entre otras Harleys: la Road Glide y su “nariz de tiburón” capta rápidamente mi atención, y esto es aún más cierto cuando sus potentes luces LED rectangulares están encendidas. Una agresividad que contrasta con el resto de la gama de Milwaukee: nos guste o no, al menos tiene el mérito de cambiar un poco.
El carenado frontal corto, con una aerodinámica rediseñada gracias a las ventilaciones Splitstream, y sus maletas rígidas cónicas no dejan lugar a dudas sobre el estilo buscado: es la otra Harley bagger, con la Street Glide, y por algo también la MoCo más vendida del mundo. La versión actual ya cuenta con el motor Milwaukee-Eight 114, un clásico e inmenso V-Twin de 1.868 cc que genera una potencia de alrededor de 94 cv, dato que en este tipo de mecánicas no suele ser tan importante como el par motor de 148 NM, que de manera briosa te hace sentir la aceleración.
En cuanto a las dimensiones, pues os imagináis que es una moto grande, con una longitud de 2.430 mm y un peso en orden de marcha de 387 kg no es precisamente apta para la ciudad. Pero sí, ayuda mucho que la altura del asiento esté a 695 mm, pero las maniobras a baja velocidad o los espacios cortos no te harán feliz.
Antes de hablar de la comodidad del asiento, que en esta moto es especialmente importante que sea cómodo y sería una pena que aguantara el piloto menos que ella y es que la autonomía de la Road Glide Special supera los 300 kms, incluso a ritmos y revoluciones altas.
Sus 22,7 litros de capacidad del depósito de gasolina tienen gran parte de la culpa, son una considerable cantidad de litros y unido a un consumo medio, que en nuestro caso ha sido de unos 5,7 litros a los 100 kms, prolongan la duración de tus viajes sin interrupciones.
El diseño de la Road Glide Special supone una definitiva declaración de principios sobre la customización y la agresividad sobre el asfalto llevadas hasta sus últimas consecuencias, y equipada con todas las funciones que exigen los usuarios. Pero inmediatamente después de recorrer los primeros metros, esta moto es más ligera de lo que parece e incluso me sorprende su relativa agilidad. Gracias a la fijación específica del carenado delantero en el chasis y no a la horquilla (a diferencia de la Street Glide), el eje delantero es más ligero y reactivo que en los otros modelos Touring de la marca americana.
El nuevo carenado triple «Splitstream» de la Road Glide, anclado directamente al chasis, ha sido probado durante incontables horas de túnel de viento, para reducir significativamente las turbulencias en la zona de la cabeza y permitir un flujo de aire cómodo alrededor del piloto. Los brillantes haces blancos de los faros LED de doble reflector «Daymaker» atraviesan la oscuridad en las noches más profundas.
Os diré que la Road Glide Special mantiene su forma desde su lanzamiento en 1998, aunque obviamente cuenta con mejoras aerodinámicas en el deflector delantero que puedes controlar, además del sistema de info entretenimiento y comodidad de asientos. Tal vez lo más destacable del modelo son las opciones de pintura con hasta diez variantes ya sea en tonos sólidos o doble color, aunque te adelanto, dichas opciones pueden costarte a partir de los 35 mil euros.
Foto: Toni GuerreroEs claramente una motocicleta nacida para viajar y más bien en solitario: su sillín es acogedor para el piloto, sin embargo, quizás un poco menos cómodo que en una Electra. El pasajero, en cambio, tendrá que reclamar su sissy-bar para viajes largos. El manillar de tipo cruiser es ancho pero no demasiado elevado, te ayuda a situarte en el lugar exacto del asfalto que te dicta tu cerebro sin exigir excesivo esfuerzo a los músculos de tus brazos.
El equilibrio es sorprendente y todo está previsto para tu confort, tanto ergonomía como facilidad de lectura de la información, visión de los retrovisores o protección aerodinámica. Aunque los kilos se olvidan rápidamente gracias al chasis reforzado, la Road Glide sufre en curvas cerradas y si tratas inclinarte demás el límite físico del chasis tocará el suelo, esto no es exclusivo de esta marca y le pasa prácticamente a todas las de este segmento, pero bien podrían ya mejorar este punto.
Como si no fuera lo suficientemente placentero viajar en este modelo de Harley-Davidson se incorpora el sistema multimedia Boom Box GTS. Un completo dispositivo al que puedes conectar tu smartphone (ya sea por bluetooth o por conexión USB), la pantalla es táctil y ofrece todo tipo de información, desde estadísticas de viaje hasta un navegador GPS con distintos tipos de visión.
La frenada de la Road Glide es la tipo Reflex que ya te la he contado en otras pruebas, significa que da lo mismo que frenes con la maneta o con el pedal, se reparte entre el eje trasero y delantero, su comportamiento es más que correcto para parar la inercia de un hierro de casi 400 kilos, al final te das cuenta que la mencionada y fuerte inercia te agota más a ti que a los frenos y pinzas firmadas por Brembo.
Rodar en sexta en autovía o en cuarta en carreteras de doble sentido con trazado sinuoso, siempre a unas 2.500 rpm, es una delicia de suavidad. La distancia libre al suelo es limitada por ambos lados, pero anticipando la trazada puedes ir surcando curvas a buen ritmo sin que ello sea un obstáculo.
Una mención aparte merece la mejora de las suspensiones adquiriendo una horquilla de mayor diámetro, amortiguadores con ajuste neumático… dentro de toda la gama Touring. Sin embargo, en la Road Glide la suspensión trasera se muestra seca y corta y su horquilla delantera parece un poco flexible, un contraste que no te permite tener información sobre lo que ocurre debajo su rueda.
Si buscas una moto para viajar sin mayores pretensiones o molestias la HD te lo da.
Equipamiento: Casco HJC, Chaqueta y Guantes Fuel Motorcyles, Pantalones Macna, Botas Armure
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