Fiabilidad máxima, aplomo brutal y aunque tiene componentes más normales, como la suspensión o frenos, es una moto con un comportamiento tan noble que asombra cuando la conduces.
Desde que en el año 2009 entró en vigor el nuevo escalado de carnet de motos que establecía la nueva categoría legal de motos limitadas A2, la duda siempre ha sido si comprarse una moto de gran cilindrada “limitable para el A2” o decantarse por un modelo específicamente diseñado para los 47,5CV (35Kw) de potencia que permite la normativa.
Para los que se decanten por la primera opción, han de saber que la nueva GSX-S950 de Suzuki es actualmente la naked-sport de mayor cilindrada que se puede limitar legalmente, y una vez pasados los dos años de purgatorio, poder disfrutar de los 95CV disponibles, si superas el acceso al permiso “A”.
El motor de cuatro cilindros en linea de 999 cc está adaptado a la normativa euro5, pero cuidad porque viene de la mismísima GSX-R1000, algo domesticado (lógicamente) en su parte electrónica para que los usuarios del carnet A2 puedan ponerse a sus mandos.
Hablamos de un modelo que en su versión deslimitada ofrece 95cv, lo que nos lleva al siguiente punto atractivo, la fiabilidad y robustez de un motor que ya con sus 180cv en la versión más deportiva de la GSXR, era extremadamente sólido y fiable, por lo tanto, en esta versión de 95cv, será difícil que su fiabilidad se vea comprometida lo más mínimo.
El escalón de prestaciones para esta GSX S950 en relación con el modelo por el que se sustituye, la GSX S750, es exageradamente bueno. La S750 entregaba 95cv a las 10.500 Rpm, y la nueva S950 los entrega mucho antes, a las 7.800 Rpm.
Por otro lado, el par como era de esperar en un motor con mayor cilindrada, es mucho mejor, ya que la S750 daba un par máximo de 76nm a las 8000Rpm y la GSX S950 entrega 92nm a 6500Rpm.
En definitiva, gracias al aumento de cilindrada para la nueva GSXS950, obtendremos una curva mucho mas llena, una moto capaz de entregarnos todo sin necesidad de llevarla en la parte alta del tacómetro y una fiabilidad inigualable, gracias a heredar el motor de una súper deportiva.
También su logrado diseño le confiere una gran personalidad con una imagen muy diferenciadora. La GSX-S950 comparte dimensiones y componentes básicos con su hermana mayor, la GSX-S1000 y hace que sus clientes se sientan orgullosos de poseer una moto con tanta personalidad.
Pero aunque todo está bajo el paraguas de la GSX-S1000, la GSX-S950 ofrece configuraciones de conducción deportiva perfectamente aptas para que los usuarios con licencia A2 también pueden disfrutar al máximo. La selección del mapeo del motor hace sentir el carácter y el rendimiento de conducción a pesar de tener la potencia limitada.
Los diferentes asistentes electrónicos de los que dispone también ayudan a realizar una conducción muy fácil y segura, como el asistente a bajas revoluciones que mitiga la caída de vueltas del motor al arrancar, suavizando su aceleración. También reduce la caída de las revoluciones del motor cuando se conduce lentamente en un atasco o al realizar giros circulando despacio.
El chasis, diseñado para los más de 150 CV de la GSX-S1000 aguanta todo lo que le eches. Es sólido y fiel a las demandas del piloto. Las suspensiones y los frenos se complementan perfectamente para digerir las prestaciones de esta naked, sirviendo una buena escuela de conducción para quienes la eligen como primera moto grande. Y es que, aunque esté “capada”, el motor dispone de potencia suficiente para poder disfrutar de una conducción sport y de una contundente parte ciclo, que ofrece un plus de seguridad cuando circulas con alegría en zonas de curvas.
Creo que esta GSX S950 está a un nivel dentro de su categoría impresionante, fiabilidad máxima, aplomo brutal y aunque tiene componentes más normales, como la suspensión, frenos, etc. Es una moto con un comportamiento tan noble que asombra cuando la conduces.
Equipamiento: Casco ARAI, Chaqueta y Pantalón Macna, Guantes Macna, Botas Armure.
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