El catalán habla en Marca sobre una de las etapas más complicadas en MotoGP. También dice que su futuro a nivel profesional lo decidirá con la cabeza y no con el corazón.
Uno de los pilotos españoles que más incertidumbre crea temporada tras temporada es Maverick Viñales. La complicada situación que vivió hace un año en Yamaha le ha hecho madurar y priorizar, algo que ha dejado claro en los últimos meses. Con Aprilia parece haber encontrado algo de felicidad, aunque su futuro es ahora mismo una incógnita. La marca italiana ha empezado el 2022 como un tiro. Aleix Espargaró ha creado una moto ganadora; a Viñales, sin embargo, le está costando un poco adaptarse a su nuevo contexto. En el Gran Premio de Jerez, el catalán habló en Marca sobre su futuro, dejando claro que su sueño de ser Campeón del Mundo sigue intacto.
Años complicados en Yamaha, donde no ha podido demostrar todo su potencial. Viñales aún se ve capaz de estar delante y de ganar carreras. “En muchos años no he podido sacar todo lo que tengo. Quiero hacerlo, quiero sacarlo, más que nada para mí, para quedarme más tranquilo. No quiero parar hasta que lo haga. Necesito sacar lo máximo que tengo dentro. En Aprilia se puede sacar, pero falta tiempo”.
Aunque tiene mucha confianza puesta en Aprilia, el 2022 no ha empezado del todo bien a nivel personal. Por otro lado, la fábrica sí ha dado un paso adelante. “El problema es el intento a una vuelta rápida, no sale fácil. Es la clave. Se necesita tiempo, no viene de un día para otro. Luego, el ritmo lo tengo. Tengo que poner todos mis esfuerzos en lograrlo a una vuelta. Es muy importante salir delante. Hay mucha diferencia entre mi ritmo y mi vuelta rápida. No sé en el lado de Aleix, pero nosotros, como equipo, tenemos que ser más maduros, estar más juntos, para mí todo es muy nuevo. Yo me tengo que adaptar muy rápido a todo y es difícil porque sólo se consigue con tiempo sobre la moto”.
El inicio de temporada de Aleix Espargaró es de notable alto. Aún así, Viñales cree que no debe copiar los datos de su compañero de box para mejorar sus resultados. “Puedo intentar ir como él, pero debo ir natural, que me salga mi pilotaje de forma natural, que no tenga que pensar al pilotar. Él frena muy profundo y yo, por mis siete años anteriores, soy más de frenar en mitad de la curva y dar gas, en eso soy fuerte. Tengo que lograr que la moto vaya con mi estilo. Él la tiene por la mano, lleva muchos años con la misma moto”.
Por último, el futuro tanto del propio Viñales como el de Espargaró está ahora en el aire. Ninguno de los dos ha renovado y el baile en el paddock puede ser más que interesante. Maverick tiene claro que decidirá con el corazón. “Decidiré con la cabeza porque ahora ya tengo más personas que dependen de mí, no soy yo solo. Sobre Aleix todo depende de las ofertas que tenga. Él aquí ha construido un equipo muy bueno. Yo es que soy muy valiente, soy muy atrevido, yo me lanzo a cualquier cosa. No sabría qué aconsejarle. Yo le aconsejaría que apostara por él, que fuera egoísta porque con la Aprilia está yendo muy rápido. Mi consejo sería que no mirara alrededor y apostara por él a tope”.
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