Fabio Quartararo está a tan sólo unos días de debutar con su nueva Yamaha YZR-M1 en los primeros test de pretemporada, que tendrán lugar en Qatar este mismo fin de semana. El francés habla, en una entrevista con ‘Moto Revue’ lo que le costó hacerse con una Yamaha oficial el pasado 2020.
Después de pasar uno de sus inviernos más duros -pasó la COVID-19-, Fabio Quartararo ultima detalles para viajar a Qatar, lugar donde tendrá lugar -por fin- los primeros test oficiales de pretemporada. La cancelación de las pruebas en Sepang debido a la situación epidemiológica ha provocado una espera un poco más larga de lo habitual, haciendo, si cabe, el invierno un poco más pesado. Pese a la espera, los pilotos del Mundial de MotoGP no han perdido el tiempo y llevan dos meses preparándose para este momento. Les hemos visto correr en varios circuitos españoles, incluso viajar a Portimao, para llegar en las mejores condiciones físicas posibles. Y el francés no ha sido menos. De hecho, el piloto galo pudo hacer varias sesiones de motocross estos últimos días, antes de subir al avión rumbo a Doha.
El Diablo debutará este próximo 6 de marzo con su nueva Yamaha, esta vez con los colores del equipo oficial y compartiendo box con Maverick Viñales. Los primeros test tendrán lugar este domingo, pero casi sin un respiro, volverán a pista los días 10, 11 y 12 de marzo para acabar de poner a punto sus motos antes del inicio de la temporada, el próximo 28 de marzo en el mismo circuito qatarí. En su nueva aventura con la fábrica japonesa, el piloto francés espera que, tras dos temporada en el Petronas y conociendo la moto oficial -que llevó el pasado 2020-, la marca tenga mucho más en cuenta sus comentarios a la hora de desarrollar la MotoGP y evitar los problemas de la pasada temporada.
“En 2020 no fui yo quien dio la opinión sobre las piezas que me daban”
“En 2020, incluso teniendo una moto de fábrica, no fui yo quien dio la opinión sobre las piezas que me daban. Confirmé o negué los comentarios de los pilotos oficiales. Ahora me escucharán más, realmente podré dar instrucciones a los ingenieros, al igual que Viñales. Creo que va a ser muy positivo porque uno de mis puntos fuertes es la sensación que puedo tener con la moto. Seguiré aprendiendo. Lo que se necesita es que Yamaha mejore su equipo de pruebas. Me alegro de que hayan contratado a Cal [Crutchlow] porque es un piloto sincero y directo. Realmente espero que establezcan un programa de prueba real con él. Esto es algo que nos perdimos el año pasado”, señala Quartararo en ‘Moto Revue’.
De hecho, el propio Fabio Quartararo admitió en la misma entrevista la rebaja de sueldo a la que se tuvo que prestar con tal de tener una Yamaha oficial el pasado 2020, en su segunda temporada en el equipo Petronas. Y es que, en 2019, su año de debut, el francés tuvo que llevar una de segunda especificación y consiguió grandes resultados: “Fue una elección que hicimos con mi representante (Eric Mahe). Luchamos mucho para tener esta moto. Cuando vimos los tiempos de vuelta que había hecho Viñales en Valencia a finales del 2019 nos dijimos que teníamos que tener esa moto, aunque supusiera recortar el sueldo de 2021. Quizá ahora lo lamento un poco, pero en esta vida hay apuestas que ganamos, otras que perdemos. Pese a todo ganamos tres grandes premios, podemos estar satisfechos”.
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