MotoGP regresa a Portugal para la segunda etapa en el Autódromo do Algarve, una ubicación importante entre los pilotos. Por su parte, Maverick Viñales llega crecido tras una buena carrera en Misano.
Los inevitables cambios en el calendario de MotoGP vuelven a llevar a pilotos y equipos a detenerse en Portugal, en la región del Algarve, para un segundo GP en el circuito homónimo. En este caso, la opinión positiva fue unánime: la naturaleza de la pista, su espectacularidad y la capacidad de poner a prueba el lado técnico y humano siempre han colocado al asfalto portugués en lo más alto de la lista de satisfacción y equipo de los pilotos.
Un buen momento para Aleix Espargaró
Para Aleix Espargaró, que tuvo un excelente fin de semana en Portimao en abril, el objetivo de una buena clasificación final entre los pilotos sigue siendo una prioridad. Ahora octavo en la clasificación, el piloto español se ve recompensado por su apuesta por el desarrollo de una RS-GP que ha alcanzado un altísimo nivel de competitividad. Con un podio ya conquistado esta temporada y la posibilidad, aunque desafiante, de ganar algunas posiciones más en la clasificación.
“Regresamos a Portimao en condiciones muy diferentes a las de la primera carrera, tanto por el clima como porque mientras tanto conocíamos mejor el nuevo RS-GP. Es una pista que me gusta, donde lo hicimos bien al principio. Tengo muchas ganas de volver a dar vueltas para comprobar nuestras mejoras. Tenemos dos carreras disponibles para terminar bien este campeonato”, comenta el catalán.
Un paso adelante de Maverick Viñales
Maverick Viñales afronta la carrera portuguesa reconfortado por lo que demostró en la gran remontada en Misano, que le vio acabar justo detrás de su compañero tras salir desde la decimonovena posición, y donde se encontraba entre los más rápidos de la carrera. El sentimiento creciente con la moto italiana da esperanzas de una conclusión de 2021 que será el viático correcto en preparación para el próximo campeonato fundamental.
“Llego a Portimao con sensaciones decididamente positivas. El paso dado en la carrera de Misano no es solo en la clasificación final, de hecho trabajamos mucho en la RS-GP y finalmente encontramos una mejora decisiva, que también podemos aprovechar aquí. Nuestro objetivo es precisamente este. Seguir entendiendo esta nueva moto y la alquimia con mi estilo de pilotaje. Prepararme mejor para el 2022 y, por qué no, intentar quitarme alguna satisfacción antes de que acabe el campeonato”, concluye el de Rosas.
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