Ya han transcurrido tres carreras del mundial y da la impresión de que la Yamaha de este año está rindiendo a un nivel bastante mejor que el año pasado.
Podría postularse como una de las candidatas al título. Maverick y Morbidelli están realizando unos grandes entrenos, y, aunque Valentino Rossi no se deja ver tanto en los libres, siempre saca su gran talento para hacer una buena clasificación y una mejor carrera. Incluso el rookie Fabio Quartararo está dando alguna sorpresa en cada fin de semana. En Austin, Valentino rozó la victoria. Y ya van dos segundos puestos consecutivos para el nueve veces campeón del mundo. La Yamaha es una buena moto este año. Pero, ¿dónde está Maverick?
Siempre se dice que, hasta Europa, el mundial no empieza de verdad. Las tres primeras carreras son casi un calentamiento para lo que viene después, pero no nos engañemos: ya se han jugado 75 puntos. De esos 75 puntos, Maverick ha conseguido 14. Analicemos un poco por qué han sido sólo 14 puntos.
Qatar se planteaba como el resurgir de Yamaha, pero sobre todo de Maverick, quien venía de acabar el año con buenas sensaciones tras alzarse con la última pole position del año. Además, venía de enlazar buenos tests de pretemporada. En Qatar se erigió como el primer poleman del año. Pintaba bien hasta que se dio la salida: los fantasmas del pasado aparecieron de nuevo. Maverick empezó a perder posiciones desde la salida y no fue capaz de mantener el ritmo que había demostrado esa misma mañana en el warm-up. Finalizó 7º. En 5ª posición, Valentino Rossi, quien no había clasificado bien y salía desde mucho más atrás. A pesar de todo Maverick era optimista: no dieron con la puesta a punto adecuada.
Argentina se planteaba como una segunda prueba de fuego: ¿Qatar fue un espejismo, o de verdad Yamaha había mejorado? De nuevo una gran clasificación de Maverick: segundo, detrás de un Marc Márquez que se postuló imparable en el circuito. La salida no fue del todo buena, pero tampoco fue tan desastrosa. Logró recuperar poco a poco posiciones hasta situarse en el grupo que lucharía por el segundo puesto (Marc aventajaba casi un segundo por vuelta). Luchando con las Ducati encontró alguna dificultad. Pero no imaginaba lo que el destino le tenía reservado. Cuando se situaba en quinta posición, Morbidelli provocó la caída del de Roses y la suya propia. Maverick, lejos de haberse enfadado por la acción, acudió enseguida para ver si Franco se encontraba bien. De 50 puntos posibles, Maverick llevaba 9.
Austin siempre ha sido terreno de Márquez, pero eso no impide que otros pilotos y fábricas se adapten bien y hagan buenos tiempos. A Maverick se le ha dado muy bien el circuito siempre. El año pasado, aun con esa Yamaha tan dificultosa, acabó segundo. Este año se mostró como el más rápido del viernes, incluso por delante de Marc. Eso sí, en ritmos estaban muy parejos. No clasificó tan bien como hubiera querido, y esta vez Valentino sí logró colocarse en primera fila. La carrera empezó con un Maverick que salía dispuesto a solventar sus problemas en la salida y no distanciarse mucho del grupo de cabeza. Pero ocurrió algo que hasta ahora no le había ocurrido en su trayectoria mundialista: su rueda se movió unos segundos antes de que el semáforo se apagase y eso le provocó una sanción de jump start, que tiene asociado una penalización de ride through.
Para colmo, Maverick interpretó que la sanción consistía en hacer una vuelta larga (long lap), ya que en comisión de seguridad se había hablado sobre aplicar una sanción de long lap en vez de ride through en caso de adelantarse la salida en casos específicos (como lo que le ocurrió a Cal precisamente en la carrera anterior). Maverick no sólo realizó una long lap que ya le había relegado hasta la octava plaza, sino que tuvo que cumplir su sanción real pasando por pit lane. Después de aquello, remontó hasta acabar undécimo, marcando durante toda la carrera un ritmo tan bueno (a veces incluso un poco mejor) que la cabeza: Rins y Rossi (llegados a este punto ya sabréis lo que ocurrió con el hasta entonces imparable sheriff de Austin).
Un error de puesta a punto, un toque en carrera y un jump start han dejado a Maverick sin opciones de verse en las posiciones delanteras de la clasificación. Él es muy crítico consigo mismo y reconoce que tiene que mejorar para solventar estos problemas. En entrenamientos está fuerte. En ritmo también. Y la moto está demostrando ser muy competitiva. Aún hay que confiar en que Europa sea un nuevo punto de partida para volver a ver el Maverick que tanto deseamos ver.
