Diego Gubellini, jefe de mecánicos de Fabio Quartararo, tiene claro que el título de Campeón del Mundo no cambiará la forma de ser del francés.
Ha pasado una semana desde que Fabio Quartararo se proclamaba Campeón del Mundo de MotoGP en el circuito de Misano Marco Simoncelli. Aún hay quien no termina de asimilar que tras mucho esfuerzo el sueño se haya hecho realidad. Este es el caso del ingeniero jefe del francés, Diego Gubellini quien lo acompañó desde su debut en la categoría reina de la mano de Petronas hasta su primer título de Campeón del Mundo. El que fuera mecánico de campeones como Daijiro Kato ha ofrecido una entrevista a ‘Men on Wheels’ donde ha hablado de su proceso.
Los primeros pasos de la mano de Fabio Quartararo
Su primera toma de contacto con Quartararo. “Vi a Fabio por primera vez hace 3 años en una reunión de investigación en las oficinas del equipo Petronas. Inmediatamente me causó una excelente impresión por sus modales amables y educados. No hizo demasiadas preguntas, pero me llamó la atención la luz en sus ojos. El ojo del campeón”.
La promesa. “La prensa lo ha definido así desde los 15 años por el dominio que había tenido en el Campeonato de España. De hecho, nunca se ha sentido cómodo con esta definición. La cualidad que más aprecié en este niño fue la capacidad de escuchar. Desde nuestro debut en MotoGP hemos adoptado un método particular: involucrarlo y explicar cada una de las intervenciones que hicimos en la moto para que aprendiera a conocer y entender la moto, el entorno y desarrollar una sensibilidad cada vez mayor con el vehículo”.
Misión cumplida. “Fue un viaje que hicimos juntos. El año de su debut fue excepcional porque desde la cuarta carrera siempre había logrado ser rápido y luchar por el podio. En 2020, sin embargo, solo fue realmente fuerte en algunas circunstancias. Después del doblete de Jerez al comienzo del mundial, parecía estar hecho… Había la posibilidad de ganar el mundial, pero nos encontramos con una moto muy diferente y teníamos un defecto técnico. Así que había un hueco entre la moto y el piloto, algo que no estaba este año con una moto más parecida a la de 2019 ”.
Un camino de aprendizaje
¿La Yamaha la mejor moto de la parrilla? “Me gustaría disipar el mito de que la M1 es una moto fácil de manejar. Por supuesto que es una moto ganadora, de lo contrario no estaremos aquí para celebrar, pero es un todo. De hecho, en Yamaha, el único piloto constante es Fabio. El M1 que teníamos este año le permitió ser rápido en todas las pistas. Fabio se encontró en la condición técnica de 2019, por lo que inmediatamente se sintió más fuerte y más consciente de sus posibilidades”.
El crecimiento de Fabio Quartararo. “Fabio siempre ha sido súper crítico consigo mismo. Como en todos nosotros, había lados por suavizar, sobre todo para canalizar todas esas emociones fuertes con las que viven los que corren en los niveles más altos: la presión astronómica, el éxito pero también los fracasos … Es normal, cuando alcanzas la máxima categoría a los 20 años. Todavía eres un niño y tienes que gestionar cosas más grandes que tú”.
El psicólogo, un punto clave para Quartararo. “Hablamos de ello, fue mi sugerencia, pero lo creí hasta el punto de que quería experimentarlo yo mismo para ayudarme en mi rol de ingeniero jefe, lo que significa trabajar bajo presión, tomar decisiones importantes en fracciones de segundo, gestionar a los chicos del equipo. Me ayudó mucho“.
Un nuevo Quartararo
¿Fabio es un líder? “Es un líder en la pista en términos de vueltas rápidas y resultados, mientras que en el box es un hombre de equipo. Su principal don es la sonrisa: se ríe y bromea con todo el mundo. Tiene una palabra para todos, hace que todos se sientan importantes y pone de buen humor. Esto es fundamental”.
2021, un año muy consistente. “Definitivamente un punto clave. El éxito se construyó carrera tras carrera. Ganar con Yamaha en Mugello, que es la casa de Ducati y donde habían ganado tres veces en los últimos tres años con Dovizioso, Lorenzo y Petrucci, fue crucial porque nos hizo entender que estábamos en muy buena forma. Pero también diría que las dos carreras en Austria fueron decisivas”.
La víspera de Misano. “No esperábamos ganar el título el domingo. El resultado de la clasificación ciertamente no reflejaba el nivel de la pista, aunque las condiciones mixtas nos hubieran penalizado”.
Su primer título
La presión. “Ganar el título nunca ha estado en duda. Para Misano habíamos puesto en marcha una estrategia para perder el menor número posible de puntos de Bagnaia, máximo 10, y llegar a Portugal listos para el tramo final. Desde el 16, Fabio había hecho una remontada excepcional, incluso había terminado quinto. Luego cayó Pecco”.
La conversación en la parrilla. “El ambiente era el de las grandes ocasiones, aunque Fabio empezaba demasiado atrás para pensar en ganar el título ese domingo. En la parrilla, el rostro de Fabio, siempre sonriente, delataba una mueca de tensión, así que, antes de dejarlo, me acerqué a él. “Tengo una piedra en el estómago”, me dijo. ‘No te preocupes’, le aseguré, ‘en la primera curva se va’. Y asi fue“.
Y en el podio. “‘La piedra se ha ido’. Fue lo primero que me dijo. Hay confianza y complicidad entre nosotros. Los podios y las victorias conseguidas en estas tres temporadas de carreras juntas nos han unido, pero fueron los momentos de dificultad los que nos forjaron. Nunca dudé de que Fabio algún día podría convertirse en campeón del mundo. Incluso él. Cuando nos abrazamos fue solo la confirmación de algo que ya sabíamos ”.
¿Perderá su esencia? “Creo que seguirá siendo el Fabio de todos los tiempos. El título le dará aún más confianza. Al fin y al cabo, siempre ha sido bueno en los segundos tiempos: tanto a la hora de subsanar un error, como después de un éxito. Abordaba las cosas con más madurez. No olvidemos que Fabio solo tiene 22 años”.
¿Ya te SUSCRIBISTE GRATIS a Motosan.es en la campana? Pues ahora deja TU OPINIÓN debajo en los comentarios
