Maverick Viñales llega a Portimao, la última carrera de la temporada, tras un año realmente complicado. El catalán ya trabaja de cara al próximo curso.
Maverick Viñales llega a la última cita de la temporada después de un año con muchos altibajos. El catalán correrá por primera vez en un trazado que tras los test pasados llena de ilusión a ‘Top gun’. El piloto de Yamaha espera brindar a la escudería nipona una buena actuación y, por qué no, un nuevo podio. Sin duda, lo que sería una gran despedida para una temporada muy complicada.
El final de temporada
La lucha por la tercera posición en el mundial. “Por el campeonato realmente no pienso, pienso en esta carrera. Es un circuito nuevo, que me gusta, empezamos todos igual así que es nuevo todo para todos”.
Diferentes opiniones entre los futuros compañeros de equipo. “En base a Fabio no sé realmente lo que ha pedido, que moto quiere, etc. Para mí la moto de 2019 no es suficiente para ganar a Márquez, entonces necesitamos algo más. Necesitamos dar un paso grande, la moto de este año pero mejorada. Yo creo que mejorada porque al final si conseguimos que haya grip va mejor que la 2019 porque en muchas carreras hemos estado delante. El problema es cuando no hay grip, en ese caso, sufrimos mucho. Intentar mejorar el grip sobre todo en la goma trasera. Sin grip influye en la frenada en el paso por curva en aceleración en todo. Así que, a la que perdemos el grip se pierde también el ADN de Yamaha. Es una acumulación de cosas que empieza ya desde la frenada”.
Un desastre con posible solución
La nota de esta temporada. “Le pondría un tres. Realmente para mí ha sido un desastre este año, aparte de dos carreras, las otras pues en Jerez nos equivocamos con los neumáticos si no podríamos haber luchado por la victoria. Pero el resto ha sido un desastre. En mi vida no había hecho nunca el 10º, el 12º… solo con Yamaha. Ni tampoco clasificar tan mal como clasifique en Valencia. Para mí esta temporada ha supuesto un antes y un después, es difícil porque realmente no entiendes nada”.
Volver a la moto de 2016, la moto que dejó Jorge Lorenzo. “Ojalá me diera la moto de 2016 mañana, Para mí la mejor moto que pilotado en mi vida. Lo digo hoy, pero lo sigo diciendo desde el 2017 Y ese error fue no fue nuestro, El cambiar una moto que iba genial. Hicieras lo que hicieras estabas ahí”.
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