Aunque el Gran Premio de Austria se decidió en la última curva a favor de Dovizioso, hay un dato que refleja el dominio de Marc Márquez y su nuevo estilo de encarar las carreras, el número de vueltas lideradas.
Cuando uno piensa en el estilo de Marc Márquez en carrera, recuerda batallas hasta la última vuelta al límite, algo parecido a lo que vivimos este año en las citas de Losail, Mugello o sin ir más lejos, la del pasado fin de semana en el Red Bull Ring, pero lo cierto es que algo ha cambiado respecto a temporadas anteriores.
Ese cambio se refleja en el número de vueltas encabezadas. Hace años Marc se sentía más cómodo controlando la carrera desde la segunda posición, mientras el líder le iba llevando y curiosamente a veces cometía errores cuando se escapaba, con la carrera ya en la mano, ¿De dónde viene ese cambio? Pues tiene dos vertientes: piloto y moto.
La evolución del piloto
Marc Márquez tiene 26 años, edad justa en la que los pilotos suelen llegar a su madurez deportiva. El punto de equilibrio ideal de un físico en su mejor momento, madurez mental y experiencia. Si la primera versión del líder de MotoGP fue un derroche de talento al límite, en su versión 2.0 tras aquel duro 2015 en el que perdió el título, aprendió a ser segundo, a sumar cuando no se podía ganar.
En la nueva versión 3.0 demostrada este año, ha dado otro paso más en su aprendizaje, con una constancia “vuelta a vuelta” al más alto nivel. De sobra es sabido (lo sabe hasta mi hijo de 7 años jugando al videojuego de MotoGP), que es mucho más cómodo ir segundo a liderar la carrera, así como que si eres capaz de escaparte pese a que tus rivales tienen tu referencia, es que eres muy superior.
La evolución de la moto
La Honda tenía dos puntos débiles respecto a Ducati, su gran rival mientras Yamaha se ordena. El primero, lo crítico de su rueda delantera que aún sufren los pilotos Honda. Marc lo suple con su capacidad para ir al límite sintiendo la moto de delante, y cuando todo falla, ahí están sus codos para hacer una de sus famosas “salvadas” que sólo él puede hacer. Por eso HRC contrató a Lorenzo, para juntar a los dos últimos campeones y buscar una moto con la que sus pilotos caigan menos.
El segundo punto débil, en el que Honda ha evolucionado enormemente estos años, es en la velocidad punta. Ducati tiene una velocidad máxima media en lo que va de año de 326,35 Km/h, por los 325,15 Km/h de Honda. En el rapidísimo Red Bull Ring se pudo ver cómo pudieron luchar de tú a tú. Para que sirva de referencia, Yamaha lleva una velocidad máxima media de 319,95 Km/h en este 2019, gran punto negro en el que trabajan por resolver.
Vueltas liderando MotoGP 2019
Sólo de un vistazo queda claro: Marc Márquez ha liderado 175 vueltas esta temporada, mientras que el resto de los 21 rivales de la parrilla, de los que sólo ha podido liderar ocho (Dovizioso, Quartararo, Petrucci, Viñales, Rins, Rossi y Miller) lo han hecho en 95 ocasiones. Por lo que Marc Márquez ha estado al frente el 64,81% de las vueltas de la presente temporada.
La mejora del motor y de la electrónica de la RC213V ha hecho que Marc Márquez pueda gestionar la carrera de otra manera. Ahora puede usar toda la variedad de neumáticos, no como años anteriores que siempre estaba limitado al más duro. Con la mejora de su ritmo y la solidez en su propulsor, consigue una mayor regularidad sin tener que ir al límite en su rueda delantera. Por eso siempre acaba primero o segundo, excepto por su caída en el Circuito de las Américas.
Algo que ha cogido por sorpresa a Andrea Dovizioso y Ducati que esperaban optar al título. Años anteriores se dedicaban a encabezar las carreras, aprovechando para adelantar en la recta y defenderse con su motor y fuertes frenadas. Así gestionaba el italiano con los demás detrás, para ralentizar un poco el ritmo de carrera y conservar sus gomas. Ya sabemos como se las gasta en un duelo duro en las últimas vueltas. De 10 enfrentamientos con Marc Márquez en el final de carrera, Dovizioso se ha llevado 7 de 3, como hace poco os contábamos.
La evolución de Marc Márquez desde su debut
En sus primeros años en MotoGP, Marc Márquez prefería no liderar las carreras y seguir las referencias para lanzar su ataque en las últimas vueltas. Entonces Jorge Lorenzo era claramente el piloto al que le gustaba salir primero y tirar. El “estilo Yamaha” que hoy en día vuelve a ser necesario recuperar. Cuando tu moto tiene mejor paso por curva y peor motor, tú única opción de aprovechar al máximo tus capacidades sin verte limitado, es liderando la carrera.
En 2013, 2015 y 2016 Lorenzo fue el piloto que más vueltas lideró, con Marc Márquez por detrás. En 2014, el líder de Honda se encontró una moto superior, con el cambio “seamless” que desarrollaron antes que sus rivales, el de Cervera venció 10 carreras seguidas y con tal superioridad, que en varias citas se escapó de forma parecida a la presente temporada.
En 2017 Marc volvió a ser el piloto que más vueltas encabezó, aunque sólo con 96, puede que en el año de mayor igualdad mecánica. Zarco, con Yamaha entonces, fue el segundo piloto que más veces estuvo al frente pese a ser su primer año en la categoría. La temporada pasada Márquez volvió a estar líder más vueltas que nadie, pero de nuevo por poco, con Andrea Dovizioso a 11 vueltas de él.
La gran diferencia la encontramos esta temporada. En su madurez deportiva, aunque parece que aún no ha terminado de aprender, se ha encontrado con una moto a su gusto que además tiene un buen motor. La respuesta es que ahora está haciendo lo mismo que hacía Doohan en sus mejores tiempos, al cuál superó en número de poles en MotoGP el pasado fin de semana, puede poner un ritmo tan fuerte que sus rivales no pueden seguir.
Y lo peor de todo es que sus rivales lo saben y tienen asumido que se enfrentan a un reto prácticamente insuperable. Sólo así se puede entender las celebraciones eufóricas de Petrucci, Dovizioso o Viñales cuando esta temporada han conseguido superar a Marc Márquez y ganar la carrera. Como pasaba en la era de Doohan, o posteriormente en la de Rossi, el mayor logro posible para otros grandes pilotos que comparten pista, es poder decir que le ganaron en pista. “Yo pude ganar a Marc Márquez”, pero a ver quien se atreve a ponerle el “cascabel al gato” tras 19 carreras si él no falla…
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