Álex Márquez presenta junto a Allianz su primer documental, ‘Yo Soy Álex’. En él, las personas más cercanas al piloto de Cervera hablan de sus virtudes, su esfuerzo y lo mucho que le admiran pese a la carga de ser ‘el hermano de’.
Talento, trabajo, humildad y pasión. Cuatro palabras con las que familiares y amigos de Álex Márquez le han definido en su nuevo documental, presentado este lunes junto a Allianz. El evento, transmitido por YouTube, ha mostrado todo lo que su círculo más cercano piensa del dos veces campeón del mundo tras muchos años de trabajo y esfuerzo hasta conseguir sus metas. Ahora, ya en MotoGP, suma dos podios en la máxima categoría, lejos de los consejos de su hermano, fuera de la temporada por su lesión en el brazo. Por ello, el concepto de ‘el hermano de’ parece estar cada vez más lejos, demostrando que su talento es suficiente para conseguir las cosas que se propone.
Capítulo 1: el talento
“Lo que vi es talento. Pero, sin duda, un deportista solo con talento no llega. Y a esa temprana edad no es fácil encontrar niños que tenían esta predisposición de escuchar y aprender”, comentaba su representante, Emilio Alzamora. Un cualidad que ha destacado del campeón, aunque su implicación en su trabajo le ha llevado a desarrollar mucho más ese talento y, sin duda, ser mejor. Y es que, tal y como resalta, siempre ha estado muy implicado, incluso siendo solo un niño.
“Nos conocemos desde 2009, más o menos, cuando compartimos equipo por primera vez. Lo de compartir equipo te hace compartir muchas más cosas juntos. Experiencias, buenos y malo momentos… al final acabas creando un relación como la que tenemos”, resalta uno de sus compañeros y amigos en el paddock, Xavi Vierge, con quien pudo compartir equipo en varias ocasiones durante su carrera deportiva. La última ocasión en el Estrella Galicia 0,0, en Moto2.
Pero su familia también sabe lo que hay detrás. “Álex tiene talento, pero quizás no ese talento innato. Ese talento de coger la moto y a la primera vuelta ‘pam’, pero es capaz, es suficientemente inteligente como para organizar todo, saber lo que necesita y, al final, lo hace. Te acaba llegando”, ensalza su hermano, Marc Márquez, con quien entrena mano a mano desde el inicio de sus carreras.
“De pequeño, la primer ilusión que tuvo es que me decía que sería mecánico conmigo, porque yo reparaba la moto de Marc. Luego, un día, me dijo que si cargaba la moto haría un entreno con Marc. Al acabar el entreno me dijo que no quería ser mecánico, que quería ser piloto con Marc”, recuerda su padre, Julià Márquez, al igual que su madre, Roser Alentá: “No sabíamos en ese momento que Álex quería estar en el mundo del motor, pensábamos que lo hacía más como un juego. Estaba en el circuito con su hermano y el quería aprovechar ese juego de ir en moto”.
Capítulo 2: el trabajo
“Uno demuestra que es currante cuando no lo salen las cosas y sigue currando. Porque cuando te salen las cosas, el trabajo lo haces todo con alegría y vas bien, pero cuando vas a una carrera y no te sale, otra, otra y sigues trabajando… ahí eres un currante”, resalta su hermano Marc Márquez, testigo de todo el esfuerzo que su hermano ha ido poniendo en su trabajo desde su primer campeonato, en Moto3. Desde entonces ha sido dos veces campeón del mundo y ha podido dar el salto a MotoGP, compartiendo el Repsol Honda Team con él.
Y aún en la máxima categoría, sin Marc al otro lado del box y con Honda nervioso por no conseguir resultados, Álex siguió empujando. “Creo que hay un antes y un después de Le Mans. Es tu primer podio en la categoría reina, aunque sea en unas condiciones que no son de seco. Un podio es un podio y te da esa fuerza, esa manera de creer en ti que antes no tenías. Casualmente, en la siguiente carrera, demostró que en seco también podía hacerlo”, resalta Vierge, con sus dos podios el pasado 2020, en su año de debutante en la máxima categoría.
“Creo que es una virtud. Ahí demuestras que no te cansas, no te rindes y sigues probándolo hasta conseguirlo. Álex se llevó el Mundial de Moto 3, que hasta que no lo ganó, no paró; y en MotoGP igual”, añade el piloto de Moto2. Unas palabras que suscribe Alazmaora: “Álex venía de su primer podio en MotoGP en el Gran Premio de Francia y, cuando llegó al Gran Premio de Aragón, en seco, en aquella penúltima vuelta que casi se cae”.
“Después del trabajo del día a día, se dio cuenta que en seco también se podía y eso crea una autoconfianza que le hace crecer día a día”, añade su madre. Y suscribe su padre: “Es cabezón, cuando se le mete una idea en la cabeza…. es muy trabajador. Al final con esfuerzo y por trabajo consigue llegar a ese objetivo que tenía en su mente”.
Capítulo 3: la humildad
“Lo que más destaco de Álex es su humildad, es un piloto que se ha mantenido siempre fiel a sus inicios, a sus principios. Aunque ha ido cosechando éxitos siempre ha sido la misma persona. Creo que la humildad que tiene Álex le ha llevado a tener una capacidad de sacrificio y trabajo brutal. Un piloto que no es humilde no tenga esa capacidad de trabajo que tiene Álex”, asegura Jordi Arqué, amigo de Álex y una de sus piezas clave en el mundo del motociclismo.
Pero si algo resaltan entre su circulo más cercano, es que, pese al paso de los años, ese piloto de Cervera sigue siendo el mismo: “Álex sigue siendo igual de humilde que cuando nos conocimos y esto es lo que me gusta de él. Sigo manteniendo la misma relación con él que cuando teníamos nueve años”, explica Vierge.
“Es un gran tipo, es una persona muy humilde, muy sencilla, es un encanto trabajar con él porque realmente es muy muy profesional y lo hace fácil. También, lo bueno que tiene, es que ha entendido muy bien su oficio, sabe que detrás de él hay un equipo de gente. No hay muchos deportistas que cuiden a las personas o a su equipo y entiendan que necesitan cuidar a la gente para que le de el máximo de ellos. Tenerlos motivados. Es una parte muy importante para el deportista y Álex la ha tenido muy asimilada”, añade Emilio Alzamora.
Capítulo 4: la pasión
“Álex ha conseguido mucho en estos diez años, pero es que lo mejor está por venir”, asegura su representante, aunque tampoco es el único que lo puede avanzar. “¿Qué nos queda por ver? Yo creo que muchas cosas. Lo bueno de Álex, y lo que le hace único también, es que es una caja de sorpresas”, añade Marc, su hermano, quien también destaca lo que más valora de su hermano en este documental, un peso que siempre ha tenido que llevar encima y al que, pese a todo, ha logrado hacerle frente con trabajo, pero con mucha pasión.
“Se pueden destacar muchas cosas, pero quizá la que más me sorprende y valoro es el entrar en su mundo, la manera en que gestiona la presión de ser ‘el hermano de’. Es una mochila que pesa bastante y muchas veces, que no lo puede decir, le han juzgado, etiquetado de ciertas formas, enchufes… Él ha seguido con su trabajo, buscando su camino, su sitio, haciéndose su nombre y lo ha conseguido. Creo que es lo que más valoro de él”, explica el ocho veces campeón del mundo.
Y, cómo no, sus padres no pueden estar más orgullosos de sus logros y, especialmente, de su trabajo. “Es un poco difícil asimilar que Álex es dos veces campeón del mundo, pero parece que lo es porque su hermano también lo es. Va un poco a la sombra de Marc y no es así. Ha sido por sus propios méritos ser campeón del mundo y nadie le ha ayudado, porque en la moto va uno”, explica Roser.
“Como padre siempre me hablan del mismo, pero yo les repito ‘tengo dos campeones del mundo en casa’. Y eso creo que, como padre, es un orgullo muy alto, muy fuerte. Empezamos como un juego y esto ha terminado muy bien. Eso te emociona”, finaliza Julià Márquez.
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