Marc Márquez ha demostrado, una vez más, que está hecho de otra pasta. El de Cervera fue operado el pasado martes de una fractura en el húmero de su brazo derecho y, tan sólo unas horas después, ya estaba haciendo flexiones en la habitación del hospital o incluso probándose encima de una moto con el mono ya enfundado
Hace tan sólo una semana que Marc Márquez pasó por el quirófano en Barcelona para fijar la fractura en su húmero del brazo derecho y el campeón ya piensa en volver a ganar en unas semanas. De hecho, lo intentó este fin de semana, pero la poca fuerza en su brazo le obligó a parar. Una vez más, el ocho veces campeón del mundo ha demostrado que está hecho de otra pasta y se ha ganado el respeto de todos los aficionados al motociclismo. Y es que Márquez ponía rumbo a Jerez tan sólo dos días después de su operación con la intención de correr el fin de semana en el Gran Premio de Andalucía, la segunda carrera de la temporada.
Ya tenía un cero y no quería acumular otra prueba más sin puntuar. Es por ello que Márquez volvió a coger un avión hasta Jerez, donde el jueves pasó un estricto reconocimiento médico en la clínica del circuito, un examen que aprobó y que le dio el apto para salir a pista a partir del viernes. Aún con ello, Márquez quiso esperar y aguantarse las ganas de coger su Honda y no fue hasta el sábado cuando le vimos salir a la FP3, completando la sesión de entrenamiento con varias tandas y un ritmo que asombró a todo el mundo pese a los doce clavos que le habían insertado junto a una placa, para fijar esa fractura.
Márquez rodó 28 vueltas hasta que su cuerpo digo ‘basta’
Durante el sábado rodó un total de 28 vueltas entre la FP3 y la FP4 aunque, ya por la tarde, su cuerpo dijo basta y no pudo completar ni siquiera una vuelta en la Q1. Las altas temperaturas y el cansancio acumulado en su brazo le obligaron a bajarse de la Honda. “Siempre intento escuchar mi cuerpo, seguir mi instinto y luchar por mi pasión. Mi cuerpo me pidió intentarlo y él mismo me ha pedido parar. Hoy podré dormir tranquilo sabiendo que lo he intentado. Gracias por todos los mensajes de apoyo, ¡volveremos!”, compartía el piloto de Cervera en sus redes sociales unas horas después, confirmando que no saldría a la carrera del domingo y que tendría que sumar un nuevo cero a su casillero, además de ver cómo Quartararo sumaba otra victoria.
50 puntos serán los que tenga que remontar ahora Marc Márquez. Difícil, pero todos sabemos que nada imposible para el catalán. Y es que ya lo dijo Dovizioso -su rival en estos últimos años- este pasado domingo, Marc Márquez saca lo mejor de sí mismo en las situaciones más adversas. Y esta puede ser la más complicada desde 2015. Brno será su nueva parada y un nuevo intento para volver a rodar con mayor fuerza que nunca sobre su Honda. Márquez ya sabe que no puede volver a fallar. Si quiere luchar por el campeonato, del que nadie le da por vencido, el español tendrá que ganar muchas de las carreras, con un ojo pendiente en lo que haga Fabio Quartararo en todas ellas. 11 carreras por disputar y 275 puntos por repartir, números que podrían aumentar si las citas de Malasia, Tailandia o Argentina acaban sumándose al calendario.
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Dos semanas de recuperación intensa hasta Brno
Por ahora, Brno es el objetivo. Un circuito que se le ha dado muy bien a Marc Márquez en los últimos años y donde ha ganado ya en tres ocasiones. El campeón del mundo ya se encuentra en su casa de Cervera, trabajando mano a mano con su fisio personal, Carlos J. García, en su recuperación y puesta a punto esta dos semanas hasta el reinicio del Mundial de MotoGP del próximo 7 al 9 de agosto y con hasta tres carreras consecutivas. Primer triplete de este atípico año.
Este mismo lunes, Marc Márquez compartió en sus redes sociales una serie de fotografías en las que se puede ver un resumen de su pasada semana. Entre las instantáneas, el de Cervera mostró una radiografía 3D de la fractura en su húmero, así como la fotografía de los doce clavos que el Doctor Mir le insertó en su brazo para una buena fijación del hueso. Entre las últimas fotografías, una en la clínica móvil del circuito, donde se deja ver con claridad el gran hematoma en su brazo tras las tandas rodadas en los entrenamientos libres del fin de semana. A pesar de las pocas horas de recuperación, Marc Márquez se sentía bien físicamente. De hecho, el catalán se probó haciendo flexiones en el mismo hospital, así como enfundándose un moto y subiéndose a una moto en Cervera con las distintas posiciones encima de la MotoGP.
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